El fiscal pide 19 años de cárcel por el crimen del escenógrafo de Tarragona

Le propinaron una paliza, escondieron el cuerpo en un armario y suplantaron en una nota la identidad de la víctima para fingir que se había marchado de casa. Este es el presunto relato de la muerte de Amadeu Sans, un escenógrafo de Tarragona, que desgrana la fiscalía. En sus conclusiones provisionales, el fiscal solicita 14 años de cárcel por homicidio y otros cinco por detención ilegal para Carlos S. C., de 35 años, y Eloísa J. V., de 32, acusados de la muerte de Sans.

Ambos son de nacionalidad española, vecinos de Tarragona, y habían sido pareja en el momento del crimen. El juez también detuvo a un tercer sospechoso, Ramon C. T., de 49 años, por encubrir el suceso, pero no podrá ser juzgado porque ha fallecido. Sans era un escenógrafo de 60 años que había sido popular en el panorama de las artes escénicas madrileñas durante los setenta y ochenta. Sin embargo, tras varias obras exitosas, cayó en decadencia por problemas con las drogas y el alcohol. En sus últimos años de vida se había vuelto a trasladar a Tarragona, donde fundó la compañía de teatro aficionada Sud Teatre.

Su muerte se remonta a la tarde del 19 de septiembre de 2009. La fiscalía considera probado que antes de las 21.40 horas, los dos acusados se dirigieron al piso de Sans, ubicado en el número 10 de la céntrica avenida de Prat de la Riba. Allí discutieron con el escenógrafo y los vecinos incluso llamaron a la policía asustados por los gritos y los golpes. Los agentes acudieron al domicilio y llamaron a la puerta. Pero nadie les abrió y, como no oyeron nada alarmante, se fueron sin comprobar si había alguien en el interior. La fiscalía relata, sin embargo, que la calma solo era aparente: en una de las habitaciones del piso de Sans se había perpetrado el supuesto crimen.

Los dos acusados propinaron, presuntamente, una paliza al escenógrafo con varios objetos de la casa que encontraron a su paso. Después, lo trasladaron a su cama, le ataron de pies y manos y lo amordazaron para impedir que pidiera ayuda. Según el ministerio público, aquella noche los agresores durmieron en casa de Sans y a la mañana siguiente constataron que el coreógrafo había fallecido por las fracturas de la pelea. Por eso, según el fiscal, limpiaron la estancia y escondieron el cadáver en uno de los armarios del piso.

La noche del 20 de septiembre también pernoctaron en el domicilio, pero a la mañana siguiente falsificaron una nota, suplantando la identidad de Sans, en la que afirmaban que había salido de casa. Después, se fugaron con varios objetos de la víctima.

Nadie se percató de los hechos hasta el 25 de septiembre, cuando un vecino detectó un fuerte olor en su escalera. Creyó que provenía del interior de uno de los pisos contiguos y llamó a la Guardia Urbana. Los agentes abrieron el domicilio con las llaves de la hermana de Sans y localizaron el cuerpo de la víctima. El juicio con jurado popular se iniciará el 20 de enero. Ambos acusados tienen antecedentes penales. Carlos S. C. era consumidor de cocaína y, según distintas fuentes, mantenía una intensa relación con Sans. El acusado ya había permanecido cuatro años ingresado en prisión por apuñalar a la pareja de su ex novia.