Los vecinos vuelven hoy a La Restinga

El Gobierno de Canarias levantó ayer las dos medidas más controvertidas tomadas durante la crisis sísmica. Por un lado anunció que permitirá, desde las 08.00 horas de hoy, entre estrictas medidas de seguridad -y si no hay imprevistos-, la vuelta de los vecinos a La Restinga, desalojada el pasado día 11. Por otro, el túnel de Los Roquillos, principal vía de la isla, quedó abierto para todo tipo de vehículos, aunque solo en horario diurno, de 8 de la mañana a 8 de la tarde.

Mientras el volcán se duerme, la mancha del agua se extiende. Los precipitados de hidróxido de hierro, aluminio y silicio generados por la erupción submarina en El Hierro afectan en torno al 80% de la costa de la isla, que tiene unos 107 kilómetros de perímetro, según confirmó el Cabildo. Desde la zona de Sabinosa, al norte, hasta el Roque de la Bonanza, en el sureste, el litoral se ha visto afectado por la mancha, aunque más diluida. El presidente de la cofradía de pescadores de La Restinga, Fernando Gutiérrez, ha calificado la situación de "catástrofe natural".

El pasado 11 de octubre se prohibió la pesca y el submarinismo en un radio de cuatro millas náuticas (alrededor de siete kilómetros) desde La Restinga. Allí viven 40 familias de la pesca, que hasta el martes no pudieron sacar sus embarcaciones del puerto. Jacobo Marrero, biólogo de la Universidad de La Laguna que trabaja sobre el terreno en El Hierro, dice que de momento es pronto para medir el impacto en el ecosistema. En la zona concreta donde se producen las emisiones del volcán sí está afectada toda la fauna, pero en el resto de zonas depende de las especies: aquellas con capacidad de huida, entre las que incluye a los cetáceos, no tendrán demasiado problema.

Marrero espera que la recuperación sea casi inmediata en cuanto cese el fenómeno, pero entiende que unos plazos que pueden considerarse cortos para la naturaleza (uno, dos años) sean larguísimos para los pescadores.

La zona donde se produjo la erupción se halla muy cerca de la reserva marina del Mar de las Calmas, una zona de 770 hectáreas creada a instancias de los pescadores de la zona en 1996. Eso ha permitido que la zona, de gran biodiversidad, está muy bien conservada y haya una actividad pesquera sostenible en la isla.

Mientras se evidencia la tirantez entre las diversas instituciones involucradas en la crisis, el Gobierno de Canarias anunció la creación de una nueva agencia de vigilancia volcánica.