_
_
_
_
La crisis sísmica de El Hierro

El Hierro detecta al menos dos focos eruptivos cerca de la costa

Un barco de Salvamento halla manchas con olor a azufre a solo 2,8 kilómetros del litoral - Son la primera evidencia clara de la salida de magma

Bernardo Marín

Los tripulantes de la salvamar Adhara, de Salvamento Marítimo, fueron ayer por la tarde las primeras personas en ver evidencias directas de las erupciones submarinas de El Hierro. Hasta que los ocupantes del barco descubrieron dos manchas marrones con un fuerte olor a azufre y peces muertos, todo eran indicios indirectos. La confirmación trajo también una sorpresa: la erupción, que según estas evidencias tiene dos focos, está más cerca de lo calculado inicialmente. Una mancha apareció a dos millas náuticas (3,7 kilómetros) y 750 metros de profundidad, y otra a 1,5 millas (2,8 kilómetros) y 500 metros bajo el mar. Las dos, al suroeste de La Restinga.

La salvamar había salido a recoger datos para los científicos y se acercó a esa concreta porque, según Carmen López, responsable de vulcanología del Instituto Geográfico Nacional (IGN), se habían avistado una mancha desde la costa. A falta de un gran barco oceanográfico en la zona que compruebe la evolución del fondo marino, los científicos mandan tomar muestras de la presencia de gases que pueden indicar una erupción con pequeñas embarcaciones de superficie.

El tremor volcánico se relajó ayer, algo compatible con la salida de lava
El foco es más superficial y cercano de lo inicialmente estimado por el IGN
Las autoridades descartan que pueda haber un tsunami en la isla
Ni las navieras ni el aeropuerto han notado que más gente deje el lugar
Más información
Oficialmente, Canarias es zona libre de seísmos

Tras desembarcar de la Adhara, en rueda de prensa celebrada en Valverde, López y María José Blanco, directora del IGN mostraron imágenes de las manchas, de los peces y un trozo de coral negro fracturado supuestamente en la erupción pasó de mano en mano de los periodistas. Ambas afirmaron que no puede hablarse de dos erupciones distintas, sino de una con al menos dos puntos de salida de magma y que no se descarta que se produzcan otras, en la costa e incluso en tierra. Lo que sí descartaron con el escenario actual es algún tipo de ola gigante, ya que para que eso ocurriese debería producirse "un fuerte terremoto o un gran deslizamiento".

Las científicas aseguraron además que los gases que emanan de los focos eruptivos no son peligrosos para la población a nivel de superficie, como evidencia el hecho de que ellas mismas estuvieron recorriendo la zona de las manchas con el buque. Sí lo son a 500 metros de profundidad, como prueba la muerte de peces tostón, especie parecida al gallo, cuyas imágenes -hasta la fecha no difundidas- vio Fernando Gutiérrez, presidente de la cofradía de pescadores de La Restinga, Eso explicaría que los gases afectaran a animales que viven en las profundidades pero perdieran su poder mortífero al ir subiendo a la superficie. En todo caso, López pidió cautela hasta que se estudien los animales muertos.

El magma parece fluir ahora con bastante facilidad, como demuestra la reducción de la intensidad del tremor volcánico que el día anterior era incluso perceptible por la población de la La Restinga. Según las científicas, los dos focos eruptivos pueden corresponder a la erupción anunciada el primer día, ya que la situación de esta, que se calculaba a unos cinco kilómetros de la costa y a 900 metros, se medía con la sismicidad, lo que no arroja datos exactos.

El martes, las autoridades ordenaron evacuar a los 600 habitantes de La Restinga por el temor a que una erupción próxima a la costa generase una explosión. La precaución venía motivada porque los terremotos se desplazaban hacia el norte desde el Mar de las Calmas. La detección de las manchas próximas "confirma lo adelantado por el IGN", según fuentes del Cabildo. Desde el litoral, la mancha era apenas visible, aunque algunos vecinos aseguraban que con prismáticos lograban ver el burbujeo en la superficie.

El lunes por la noche, el IGN dio por segura la existencia de una erupción submarina, pero lo hacía a partir de indicios indirectos: la aparición de un tremor volcánico (señal típica de un proceso eruptivo), que el abombamiento de la isla había cesado, y la detección de un grupo de peces muertos en un reconocimiento aéreo.

La aparición, ya sin ninguna duda, de las dos erupciones podría explicar la bajada en la señal del tremor volcánico que desde ayer a media tarde registraron los sismógrafos. Al salir el magma, teóricamente se reduce la presión de la lava sobre el subsuelo y por lo tanto la intensidad del tremor puede bajar. La erupción llegó después de que los expertos IGN, que gestiona a nivel científico la crisis por la erupción submarina en El Hierro, optaran por la prudencia tras varios días en los que los acontecimientos desbarataban cualquier pronóstico.

En Valverde, la capital de la isla, María José Blanco, directora del IGN, admitió por primera vez que nos enfrentamos a un fenómeno cuya evolución es desconocida. Y resumió lo poco que se puede afirmar con certeza: que hay proceso eruptivo fisural y que puede haber varios focos por los que esté saliendo el magma.

La falta de confirmación tiene que ver también con la precariedad de medios en la isla, pese a que la crisis sísmica comenzó el pasado 19 de julio, y ha habido tiempo para prepararse para la erupción.

Blanco señaló que para limitar la incertidumbre sería muy útil el uso de un robot submarino para tomar imágenes del fondo, recurso con el que las autoridades no cuentan todavía. El presidente de Canarias, Paulino Rivero, que se desplazó ayer a la isla, aclaró que existe un buque capacitado para esa labor, pero que se está reparando en Vigo. Rivero apuntó que la solución podría pasar por pedir a Telefónica un buque de los usados para desplegar fibra óptica.

Mientras, una tranquilidad no exenta de cierta inquietud reinaba en El Hierro. Las dos navieras que operan en la isla aseguraban que no habían sufrido un número significativo de cancelaciones y que solo algunos turistas desalojados de La Restinga habían adelantado el viaje para no tener que cambiar otra vez de alojamiento. Era el caso de Jan y Kurt Simon, un matrimonio de alemanes que se marchaba de la isla con una sonrisa que ya la hubiera querido filmar la Consejería de Turismo para un anuncio de promoción de la isla. "¡Por supuesto que volveremos!", decía Kurt, "pienso comprar una casa aquí cuando me jubile". Igualmente plácido era el ambiente en el aeropuerto, sin aumento de las salidas.

El Gobierno de Canarias difundió anoche un vídeo grabado desde el aire como prueba de las manchas detectadas en el mar. Según el Ejecutivo canario, los tonos más claros de la imagen corresponden a los restos de la erupción, aunque no se observa burbujeo.
El Gobierno de Canarias difundió anoche un vídeo grabado desde el aire como prueba de las manchas detectadas en el mar. Según el Ejecutivo canario, los tonos más claros de la imagen corresponden a los restos de la erupción, aunque no se observa burbujeo.
La Restinga, situada bajo uno de lo cráteres de El Hierro.
La Restinga, situada bajo uno de lo cráteres de El Hierro.RAFA AVERO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Bernardo Marín
En EL PAÍS desde 1997, es jefe de boletines en el equipo de Estrategia Digital. Antes fue integrante de la Unidad de Edición, redactor jefe de Tecnología, director de Retina, subdirector de las ediciones impresa y digital, y responsable y fundador de la redacción de México. Es profesor de la Escuela de EL PAÍS y autor de 'La tiranía del clic'.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_