Otro desalojo parado en Barcelona
La presión ciudadana logra aplazar la expulsión de una familia de Roquetes
El segundo en tres días. El que suma 81 en toda España. Una nueva concentración ciudadana promovida por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) logró aplazar ayer el desahucio de una familia de origen ecuatoriano en el barrio de Roquetes, en el distrito de Nou Barris de Barcelona. La protesta, delante del número 41 de la calle de La Mina, arrancó muy de mañana, pero no fue hasta casi mediodía cuando tres representantes del juzgado aparecieron en la acera de enfrente del edificio. Tomaron fotografías y, acto seguido, al acercárseles la portavoz de la PAH, Ada Colau, las tres mujeres se pusieron a correr hasta que pararon un taxi y se marcharon sin mediar palabra.
Este desahucio afecta a Nelson Cadena, que compró el piso en 2009, y a sus dos hermanos y su cuñado, que le avalaron en la hipoteca que firmaron con Caixa Penedès. De hecho, quien habitualmente ha ejercido de portavoz de la familia, como activa integrante de la PAH, es la hermana de Cadena, Blanca Sangucho, que no se pierde ni un desahucio. Ayer por la tarde suspiraba ante el aplazamiento de un desahucio que ya consiguieron retrasar antes del verano, gracias a un informe de los servicios sociales que el abogado de oficio incluyó en el caso.
Sangucho explicó que desde que su hermano dejó de pagar la hipoteca, porque se quedó sin trabajo, ha caído en una depresión y aseguró que ha intentado quitarse la vida en varias ocasiones. Tiene un hijo de cuatro años. Caixa Penedès compró el piso en enero de este año en subasta por la mitad del precio que tasó (398.000 euros). Ahora, además del piso, reclama unos 270.000 euros (que incluyen costas) a la familia.
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