La Generalitat sopesa quitar la paga de Navidad a más empleados públicos
Trias se desmarca de Mas y aboga por no reducir sueldos a altos cargos
La renuncia de los altos cargos del Gobierno catalán a su paga extra de Navidad no solo es un guiño para calmar a enfermeras y médicos, a los que reclaman esa reducción salarial, sino que esta podría extenderse a más trabajadores de la Administración catalana. El consejero de Economía y Conocimiento, Andreu Mas-Colell, aseguró ayer que el Ejecutivo catalán "podría" extender esa medida a otros empleados públicos, puesto que, si bien consideró que la cesión de la paga navideña de los 350 altos cargos de la Generalitat es "un gesto simbólico", agregó: "Lo normal es que sea una indicación de un proceso necesario".
La sugerencia de Mas-Colell, que realizó en una entrevista en TV-3, soliviantó de nuevo a los sindicatos. Y es que no es la primera vez que el consejero advierte sobre posibles recortes en el sueldo de los trabajadores de la Administración. En julio ya aprovechó una conferencia en la escuela de negocios Esade para avisar a los funcionarios de que debían afrontar alguna reducción para salvar puestos de trabajo.
El titular de Economía resaltó que la renuncia de los altos cargos a la paga extra "pone sobre la mesa" que en un proceso de ajuste presupuestario no hay "cosas sagradas", ni tan solo las "compensaciones económicas". "De forma proporcionada, todos hemos de dar cuenta de que el sistema público está dimensionado más allá de nuestros ingresos", reflexionó. Y acto seguido insistió en que "vale más que todos los trabajadores públicos" hagan un "esfuerzo individual" para evitar despidos.
Por la tarde, en el Parlament, Mas-Colell fue más comedido, aunque no aclaró si planteará esa medida a los empleados de la Generalitat. Eso sí, aseguró que cualquier decisión estará precedida siempre de un "diálogo" con los agentes sociales.
Los sindicatos afearon al consejero las consecuencias para el crecimiento económico que pueden tener las reducciones salariales, puesto que consideraron que el consumo se resentirá si las retribuciones bajan. Y especialmente en una época como Navidad, cuando los ciudadanos gastan más. El secretario general de UGT, Josep Maria Álvarez, tachó de "democráticamente inadmisible y legalmente reprochable" que se estén ejecutando recortes sin negociarlos con los sindicatos, mientras que CC OO denunció que el Ejecutivo de CiU traslade el peso de la crisis sobre "los más débiles".
El gesto de los altos cargos del Ejecutivo catalán no halló complicidad en el otro lado de la plaza de Sant Jaume. El alcalde de Barcelona, Xavier Trias, aseguró que no es partidario de recortar esa paga extra en el Ayuntamiento, tal como propuso el PP el miércoles. "Ya hemos hecho muchos esfuerzos", dijo. Aun así, no se negó a esa reducción si el resto de grupos políticos así lo consensúan. Trias recordó que desde 2010 ya se vienen recortando los salarios de los altos cargos. El año pasado, el entonces alcalde, Jordi Hereu, los rebajó en un 15%. A esto se suma una congelación de dos años y otra reducción del 3% que realizaron los miembros del nuevo Gabinete de CiU, según explicó un portavoz. En total, la rebaja alcanza el 23%.
Mas-Colell también anunció ayer que no podrá cumplir el mandato del Parlament para que presente los Presupuestos para 2012 antes del 10 de octubre. Todos los partidos criticaron esa decisión. PP y ERC, los dos grupos que hasta ahora se han mostrado más dispuestos a pactar las cuentas con CiU, advirtieron de que ese incumplimiento podría convertirse en un obstáculo en las negociaciones, informa Ivanna Vallespín.
Mas respalda a Mena
Por segunda vez en siete días, el Parlament votó la reprobación del consejero de Empresa y Ocupación, Francesc Xavier Mena. Y por segunda vez en siete días, Mena se salvó gracias a los votos de Partido Popular y Esquerra. El consejero se enfrentó a una moción del PSC en la que se pedía su reprobación por la gestión de la Renta Mínima de Inserción, reclamación idéntica a la exigida la semana pasada por socialistas e Iniciativa tras el debate de política general. El presidente Artur Mas quiso mostrar su apoyo y el de su Gobierno al consejero con un gesto insólito: el Ejecutivo al completo siguió el desarrollo de la moción desde su escaño. Lo habitual es que los consejeros que son diputados solo acudan al hemiciclo durante las mociones para votar. Con este gesto, Mas enfatizó su respaldo a uno de los consejeros más criticados de su gabinete.
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