Ángel Torres pierde el favor de Pedro Castro

Pedro Castro dejó de ser alcalde de Getafe, después de 28 años, durante un almuerzo al que no estaba invitado. Tras el 22-M, el socialista necesitaba el apoyo de UPyD para seguir en el cargo pero no lo consiguió. El representante del partido de Rosa Díez en el municipio, José Luis Morato, se vio con el candidato del PP, Juan Soler, días después en una marisquería del barrio de Salamanca y allí pactó su abstención en la investidura para dejarle el camino libre. La celebración del almuerzo llegó a oídos de Castro, quien está convencido de que también estaba allí presente el empresario Ángel Torres, en el papel de mediador entre los partidos que le movían del sillón. Castro consideró que Torres, al que había subvencionado como dueño del Getafe Club de Fútbol, le había traicionado, por más que el constructor haya asegurado que nunca asistió a ese almuerzo.

El resultado de ese desencuentro se escenificó ayer en el pleno municipal. Torres intentó convencer a los políticos de que ampliaran en 1,8 millones la subvención que recibe su equipo. No lo logró. Con los votos en contra de PSOE, UPyD e IU, se tumbó la propuesta del Gobierno del PP de satisfacer a Torres.

El empresario dijo, durante su intervención en el pleno, que Castro se había comprometido a financiar al club este año con 3,5 millones. Aseguró que ese compromiso existe por escrito, firmado con el anterior responsable de Deportes. Sin embargo, en los presupuestos aprobados solo se destina 1,5 millones a este concepto. La negativa de IU y UPyD a que el equipo, una sociedad anónima, reciba dinero público era previsible porque siempre se han opuesto a la subvención; pero que lo haya hecho el PSOE rubrica la ruptura entre Castro y Torres. El empresario, que no descarta acudir a los tribunales, cree que la ciudad está en deuda con él porque (a petición de Castro) se hizo cargo del club en Segunda B en 2001 cuando arrastraba una deuda de 10 millones. Una década después, el Getafe juega en Primera y unos inversores de Dubai han inyectado liquidez.