Interior acuerda con el mayor sindicato policial reconducir el Día de la Ertzaintza
Los actos de reconocimiento se trasladan de Erandio a la Academia de Arkaute
El Día de la Ertzaintza que, como novedoso reconocimiento a los agentes, impulsó en 2010 el consejero de Interior, Rodolfo Ares, tiene visos de consolidarse en el tiempo. Pese a la polémica suscitada en junio, cuando la segunda edición del acto tuvo que suspenderse por la contraprogramación sindical de una celebración paralela a modo de protesta, el acercamiento de posturas tras el reciente acuerdo en materia laboral ha facilitado la adhesión de la principal central, Erne, al evento, que se celebrará este domingo al mediodía en la Academia de Arkaute.
Consciente de la importancia de implicar a la plantilla en un acto que considera simbólico, el departamento se ha prestado a conformar el programa junto al sindicato mayoritario, que tiene entre sus afiliados a casi la mitad de la plantilla. Los cambios respecto a la primera edición serán numerosos. Para empezar, la fecha elegida no es casual, sino la más cercana posible, en función de la agenda, al 26 de octubre, el día de 1982 en el que los primeros 410 ertzainas iniciaron su cometido inicial de proteger las sedes de las principales instituciones vascas.
El bajo absentismo laboral resultará "determinante" para la promoción interna
También variará el escenario, al acoger Arkaute, y no la comisaría central de Erandio, el evento. La modificación responde a las suspicacias que la celebración en Bizkaia había motivado entre los agentes de los otros dos territorios. Con la elección de la Academia no se ha pretendido dar respuesta a las reivindicaciones alavesas, sino fijar como centro de operaciones una institución común para los agentes, por la que todos han pasado en su etapa de formación. Además, sus instalaciones están mejor preparadas para las exhibiciones previstas, lo que permitirá reducir los gastos de organización y los derivados del transporte de material.
El programa recoge como primer acto un homenaje a los agentes fallecidos, a los jubilados y a los que han sido protagonistas de actos meritorios en el último año. El objetivo es que el Día de la Ertzaintza sirva como reconocimiento a la plantilla y no se convierta en un evento meramente institucional. El relevo, no obstante, lo tomará el discurso oficial del lehendakari, Patxi López, que trasladará en persona su reconocimiento al colectivo por su implicación en la política de tolerancia cero que ha permitido estrechar el cerco al terrorismo de ETA. La jornada se completará con una exhibición de habilidades por parte de algunos ertzainas y con la exposición al público de parte de la flota de vehículos.
Aunque únicamente Erne ha confirmado de manera oficial que respalda la convocatoria, su sola adhesión garantiza la presencia de cientos de agentes en un evento del que se han desmarcado por distintos motivos, no siempre relacionados con el propio acto, el resto de los sindicatos. Esan, como tercera fuerza, lo ha hecho a través de un comunicado interno, sin dar excesiva relevancia a la cuestión tras el reciente acuerdo alcanzado con el departamento en materia laboral.
Al margen de las negociaciones con Interior, ELA prefirió hacerlo ayer a través de una dura nota que hizo pública. En ella criticó la "apropiación" institucional del acto para convertirlo en "ensalzamiento" de la consejería y del propio Ares, al tiempo que lo consideró un "canto a la paz laboral" impulsado por Erne, Esan y Euspel como "contrapartida" a los acuerdos laborales alcanzados. "No entendemos que tengan que llevar gente hasta Arkaute para que al consejero le salga bonito", recriminó la central nacionalista, segunda del mapa sindical de la Ertzaintza en relevancia.
Ares, por otro lado, anunció ayer que el bajo absentismo laboral será un factor "determinante" para que los ertzainas puedan ascender en la escala profesional. Durante su intervención en la comisión de Interior, el consejero aclaró que los agentes cuyo índice de ausencias al trabajo supere el 10% no tendrán opciones de promoción interna. Se trata de un requisito fijado en el marco de la negociación laboral del nuevo convenio, que se cerró con acuerdo el 12 de agosto. El coste de su cumplimiento alcanzará los siete millones de euros en 2012.
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