La familia Chillida lanza un ultimátum al Parlamento vasco
Los herederos instan por carta a los grupos políticos a que demuestren antes de seis meses el interés institucional en la reapertura del museo dedicado al escultor
En el nuevo capítulo del culebrón político/cultural de Chillida-Leku, la familia del escultor recurre a la vía parlamentaria para llegar a las instituciones y poner de nuevo sobre la mesa el presente y el futuro del museo. Los herederos han enviado una carta a los grupos de la Comisión de Cultura del Parlamento Vasco -PP, PSE-EE, UPyD, PNV y Aralar- en la que se les plantea la siguiente cuestión: "¿Creen ustedes de verdad que hay interés y voluntad de buscar ese futuro?". Además, la familia del escultor marca seis meses de plazo para recibir una respuesta. "No pretendemos que nos deis hoy una respuesta, entendemos que hay que tratarlo en el seno del Parlamento. Pero tampoco vamos a dejar pasar el tiempo sin más", indican en el texto.
La carta fue remitida a los parlamentarios el 29 de septiembre, un día después de que la Comisión de Cultura del parlamento, a excepción de Aralar, realizara una visita a Chillida-Leku en respuesta a una invitación de los hijos del escultor, Luis e Ignacio.
Como entonces, la familia vuelve a insistir en que solo quiere "proteger Chillida-Leku, el legado de Eduardo Chillida", y se mantiene en la idea de que "las instituciones vascas son una salvaguarda, una garantía". También recalca, tal y como lo han hecho en numerosas ocasiones, que no busca apoyos puntuales ni subvenciones, sino "un futuro" basándose en tres premisas: "Carácter monográfico del espacio, unidad permanente de la colección en los actuales terrenos y responsabilidad sobre el legado de Eduardo Chillida".
Los herederos inciden en la carta enviada a los parlamentarios: si no obtienen una respuesta, tendrán que "analizar otras alternativas para proteger el legado de Chillida". Si la respuesta es afirmativa a la petición de buscar una solución, ante unas negociaciones bloqueadas con el Gobierno vasco desde el pasado mes de mayo, proponen: "Deseamos que un grupo profesional y experimentado redacte, negro sobre blanco, y con toda claridad, el acuerdo de futuro para Chillida-Leku". En caso contrario, si la respuesta es negativa, la familia afirma que terminará "con este calvario" sobre el Chillida-Leku y que "tomará las decisiones que considere mejor para el legado liberando a las instituciones vascas de cualquier compromiso".
Los herederos llevan tiempo coqueteando con otras alternativas que garanticen la protección del legado a largo plazo: "No uno o tres años sino 20 o 50, al margen del color de los Gobiernos". Recientemente, Ignacio Chillida decía a EL PAÍS: "Si en un futuro se ve una luz, bien; si no, esto está mucho mejor en otros lugares, porque pueden ser muchos".
Son varias las instituciones privadas que han contactado con los Chillida para el futuro del museo. La verja sigue cerrada al público, pero siempre hay estudiosos que desean profundizar en la obra del escultor. Hay movimiento en las campas de Zabalaga.
Breve historia
- El Chillida-Leku abrió sus puertas el 16 de septiembre de 2000, con la presencia de los reyes y del lehendakari Juan José Ibarretxe.
- El museo se distribuye en una parcela de 13 hectáreas en Hernani (Guipúzcoa). En el exterior hay 40 esculturas de diversos tamaños. En el caserío, de 1543, llamado Zabalaga y que Chillida descubrió en 1983, están las obras más pequeñas y delicadas.
- Eduardo Chillida falleció el 19 de agosto de 2002.
- El centro cerró sus puertas el 31 de diciembre de 2010 con un déficit de dos millones de euros tras 10 años de apertura. El último día entraron 425 personas, las últimas de los 810.000 visitantes de su historia.
Babelia
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