La 'siembra' del coral rojo
Reimplantadas en las islas Medes 250 colonias de la especie decomisadas a unos furtivos - Los biólogos confían en su recuperación pese a los daños sufridos
Unas 250 colonias de coral rojo, cerca de la mitad del botín robado el pasado miércoles del fondo del mar por tres pescadores furtivos en el parque natural del Montgrí, fueron ayer reimplantadas por biólogos de la Universidad de Barcelona y el Instituto de Ciencias del Mar (CSIC) en la cueva de la Reina, en las islas Medes. No es el lugar del que fueron arrancadas con una piqueta y tras destrozar la placa basal del animal, sino otro en el mismo parque natural considerado más idóneo por los biólogos, dada la precaria condición de las colonias. "Están heridas y hay que hacer un seguimiento para ver cómo evolucionan", explicó Cristina Linares, bióloga e investigadora. Los biólogos transportaron las colonias en una especie de jaula llena de agua del mar desde Barcelona. Tres buzos se sumergieron unos 15 metros y fijaron 250 placas de una masilla sobre las rocas. Luego pegaron en ellas las colonias una a una.
El resto del coral rojo decomisado se recupera en las piscinas del CSIC en Barcelona. Es el que estaba más maltrecho, por haber perdido una parte importante de su tejido vivo al ser arrancado. "Estas colonias están estables, y si continúan así, también las reimplantaremos", afirmó Linares.
Los tres pescadores furtivos podrían ser acusados de un delito contra la fauna y la flora, y tienen antecedentes. Agentes rurales y expertos han denunciado la pesca ilegal de coral rojo -especie cuya extracción está muy limitada- que se produce en la Costa Brava.
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