Bildu afronta una "larga travesía en el desierto" en sus relaciones con Azkuna
El conflicto de Kukutza marca un antes y un después en el Ayuntamiento
Los graves incidentes registrados durante cinco días consecutivos en diferentes puntos de Bilbao a raíz del desalojo policial y posterior derribo del gaztetxe Kukutza -ayer fue la primera jornada sin disturbios desde el pasado miércoles- han marcado un antes y un después en las relaciones entre el grupo municipal de Bildu (cuatro ediles) y el resto de partidos del consistorio, pero, sobre todo, con el alcalde, Iñaki Azkuna. El intercambio de reproches y peticiones de dimisión entre Azkuna y el portavoz de la coalición en la capital vizcaína, Txema Azkuenaga, supone solo la punta de un iceberg que vivió su máxima expresión durante la Junta de Portavoces celebrada el pasado sábado.
La reunión se saldó con una declaración de condena firmada por todos los grupos salvo Bildu, que no compartía la lectura de los hechos, ya que no se hacía alusión a la "responsabilidad" del Ayuntamiento en los hechos ni a la "desproporcionada" actuación de la Ertzaintza.
La reunión resultó tensa, según algunos de los asistentes, más aún cuando, según Azkuenaga, el regidor le negó el saludo la víspera en un acto en Zurbaranbarri. El portavoz de Bildu considera que a Azkuna, con su primera mayoría absoluta después de tres mandatos en minoría, le incomoda haberse topado con un grupo que le muestra abiertamente sus discrepancias y que usa un lenguaje en el que no faltan las exigencias directas. Así, la coalición reclamó a Azkuna que rectificase la atribución "calumniosa" de que tenía plena responsabilidad en los disturbios.
"Se lo toma como ataques personales", apuntan fuentes de la coalición, que mantiene tendida la mano a Azkuna, a quien planea pedir una reunión para explorar vías que permitan mantener el espíritu de Kukutza en pie. Azkuenaga quiso plantear esta propuesta al regidor el día de la Junta de Portavoces, pero, al final, no le pareció el mejor momento.
El portavoz independentista se confiesa "dolido" y "decepcionado" con la actitud de Azkuna y reitera que su grupo mantiene su apuesta inequívoca por los métodos políticos. Pese a ello, el desencuentro entre ambas partes se antoja duradero y amenaza con afectar a la relación personal entre los ediles.
El resto de grupos ven en la negativa a secundar la declaración institucional la evidencia de que a Bildu aún le queda un largo camino que recorrer. "Está claro que se halla en una fase preliminar de lo que puede ser un partido democrático. Me decepcionó mucho su actitud", señala el portavoz socialista, Txema Oleaga. La popular Cristina Ruiz estima que la declaración conjunta supuso "una ocasión perdida" por los abertzales. "El ánimo que nos inundó fue de frustración. Son las normas más elementales de convivencia", subraya Ruiz.
Todos los grupos creen que será bronco el pleno del próximo jueves, que incluye el debate de la proposición del PP de condena de todos los asesinatos de ETA y una moción de Bildu para que se reconozca el "trabajo realizado por Kukutza", se paralice su derribo y se haga lo posible por su pervivencia. Previsiblemente, será una larga sesión cargada de desencuentros entre el equipo de gobierno y Bildu.
Ambas partes reconocen que desde el sábado han ido "cada uno por su lado" y apenas coinciden en el día a día municipal. Lo que tiene claro el equipo de gobierno es que se acabaron los plenos tranquilos y que seguirá marcando distancias con la coalición. "Nos queda una larga travesía por el desierto, pero nuestra apuesta no se va a resquebrajar", concluye Azkuenaga.
"Educar en el odio"
El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, advirtió ayer a Bildu y al conjunto de la izquierda
abertzale, en declaarciones a Onda Vasca de que "deben ser conscientes" del riego de "haber educado en el odio" durante muchos años, al tiempo que destacó como significativo que todos los partidos con representación en el Ayuntamiento de Bilbao, salvo la coalición soberanista, "tengan las cosas muy claras" respecto a los incidentes motivados por el derribo de Kukutza.
De su lado, el portavoz de la izquierda
abertzale
, Txelui Moreno, aseguró en Info7 que "lo que sobra y estorba es la Ertzaintza aplicándose con tanta violencia gratuita contra la ciudadanía", en el desalojo y derribo del
gaztetxe
. Moreno lamentó que con el derribo "se han roto un millón de sueños y eso no tiene precio". Criticó que el PNV "está acostumbrado a la valoración económica y habla de la legalidad cuando le interesa y cuando no le interesa no habla".
Azkuna y la 'kale borroka'
- Agosto de 1999. La Ertzaintza detiene a uno de los cabecillas de la agresión a los policías municipales de Bilbao. La agresión se produjo cuando los dos agentes, que vigilaban el tráfico, sorprendieron a un grupo de jóvenes en la Plaza Circular y en la Audiencia Provincial haciendo pintadas como Kaña a España o Azkuna no pongas la española. Cuando los agentes intentaron retener a un individuo cerca de 14 jóvenes violentos les agredieron. El portavoz de Euskal Herritarrok en el Ayuntamiento de Bilbao, Lander Etxebarria, dijo que el culpable de todos estos incidente es el alcalde, Iñaki Azkuna (PNV), al insistir en la izada de la bandera española el día grande de las fiestas de Bilbao. Etxebarria pidió a Azkuna que no ice la bandera y elimine "elementos de tensión". Azkuna replicó que la la kale borroka "tiene que desaparecer" de forma definitiva e instó a EH a que condenara esta violencia.
- Enero de 2000. Jarrai coloca carteles contra un concejal socialista, Dimas Sañudo, y otro cargo del PP, Adrián Castro, recibe una carta amenazante. El alcalde, Iñaki Azkuna, anunció que apoyaría "todas las medidas que hagan falta" ante estas amenazas.
- Abril de 2000. Ataque de 30 encapuchados a cinco bancos en Bilbao. Los bomberos tuvieron que apagar el fuego de las entidades bancarias atacadas en Santutxu, donde quedaron inutilizados al menos siete cajeros automático. Azkuna y el resto de las fuerzas políticas, salvo EH, condenaron esta forma de violencia porque dificultan la "paz". Azkuna señaló que esos ataques, "premeditados" y "cuidadosamente preparados", "amedrentan a la población y generan destrucción a la vez que entorpecen seriamente la convivencia en Bilbao". Por ello expresó su "rotunda condena e indignación".
- Mayo de 2000. Sabotaje contra una oficina del Inem en la calle de Jaén del barrio bilbaíno de Rekalde. Los autores del ataque rompieron la persiana de entrada al local y los cristales, se introdujeron en las oficinas y, una vez dentro, provocaron un incendio. El fuego destruyó las instalaciones y el material que se encontraba almacenado. También en la capital vizcaína grupos de encapuchados lanzaron artefactos incendiarios contra un cajero del BBVA y una cabina de teléfonos. El alcalde mostró su "indignación" por estas acciones, ya que "amedrentan a la población, generan destrucción, y dificultan la convivencia pacífica".
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