Cataluña dejará los grandes hospitales al mínimo una semana de diciembre
La Generalitat acelera los recortes para ahorrar 77 millones antes de fin de año
La Generalitat dejará al mínimo los mayores hospitales públicos de Cataluña durante la semana del puente de la Constitución. El Gobierno catalán pretende cerrar consultas externas, quirófanos y toda la actividad programada en los ocho hospitales de referencia, aunque todavía está negociando con la plantilla el alcance de estos cierres. La medida se añade al cierre ya ejecutado de ambulatorios, camas y ambulancias y se aplicará durante al menos un día entre el 5 y el 11 de diciembre en los ocho centros que gestiona directamente el Gobierno catalán. Por ahora solo se han concretado en el hospital Vall d'Hebron y el de Bellvitge, dos grandes centros de referencia del área barcelonesa que atienden unas 17.000 y 6.000 consultas semanales, respectivamente. Vall d'Hebron cerrará la actividad programada al menos el día 9 y Bellvitge lo hará en una fecha aún por confirmar.
Esta medida ya suele hacerse en Nochebuena, se defiende Salud
Los sindicatos estudian convocar huelga contra la reducción salarial
"Es una gestión habitual, ya suele realizarse en fechas como el 24 de diciembre", defendió Salud. La medida sorprendió y enojó al sector al abrir la posibilidad de que los hospitales públicos funcionen intermitentemente en función de las necesidades de ahorro de la Generalitat.
El cierre parcial -en los hospitales solo permanecerán los pacientes ingresados y aquellos que acudan a urgencias- responde a las prisas para cuadrar los gastos de acuerdo con el recorte presupuestario del 10% en sanidad pública, casi 1.000 millones de euros: la Generalitat aún debe ahorrar 77 millones de euros adicionales antes de fin de año, por lo que el Departamento de Salud debe acelerar el cierre de servicios. El consejero Boi Ruiz prevé ahorrar más de la mitad, unos 45 millones, de la nómina del personal médico. El ajuste empezará a negociarse el próximo lunes, aunque los sindicatos ya lo consideran inaceptable: la media del recorte es de 1.125 euros de la cantidad que percibe cada uno de los 40.000 empleados del ICS, unos 375 euros al mes hasta finales de año. En algunos casos, puede suponer un recorte de cerca del 30% del salario.
La Generalitat reclamará un esfuerzo adicional en la reunión de la mesa sectorial prevista para el lunes, pero los sindicatos consideran que no pueden exigirse más sacrificios a la plantilla. El Instituto Catalán de la Salud, la mayor empresa pública de Cataluña que gestiona los ocho mayores hospitales públicos y unos 450 ambulatorios, no puede presentar un expediente de regulación de empleo, por lo que el ahorro en nóminas pasa por adoptar medidas similares a las de otros hospitales concertados en Cataluña. Estos han enviado al paro a parte de su plantilla de forma temporal y reducido la jornada laboral de otros. "Se estudiará reducir las horas de guardia, suprimir turnos y otros complementos salariales", detallaron fuentes de Salud.
Ampliar un recorte que hasta ahora solo atentaba contra la calidad asistencial a los bolsillos del personal ha colocado a los centros sanitarios públicos en pie de guerra. "Es inaceptable. Los hospitales ya son una olla a presión, trabajamos bajo situaciones de precariedad", avisó el Sindicato de Médicos. "La respuesta puede ser contundente", añadió en referencia a la posibilidad de convocar paros de personal. "Llevamos asumiendo recortes desde junio de 2010, cuando se recortó el salario de la plantilla médica el 5%", recordó UGT. "El personal está muy quemado", aseguró. Los principales hospitales, entre ellos el Vall d'Hebron, ya han votado en favor del paro si la Generalitat prosigue con su plan de ajustes.
Este parece estar sujeto a la constante improvisación, al menos en lo que se refiere a la comunicación a pacientes y trabajadores. El baile de cifras, recortes y clausuras de servicios públicos ofrecido por Salud es constante; también las contradicciones. El Gobierno catalán informó ayer de los nuevos cierres a través de declaraciones en TV-3 para desdecirse poco después. "Los festivos son días de muy baja actividad. Fijaremos días del puente para hacer fiesta todos ese día", señaló en la cadena el gerente del ICS, Joaquim Casanovas, mientras el telediario de la televisión pública catalana proseguía alertando del cierre de consultas en los ocho centros públicos durante todo el puente festivo. Horas después, el propio Casanovas precisó que no se cerrarían todos los hospitales públicos ni durante todos los días festivos, sino que la medida es variable y revisable hasta las fechas del puente de la Constitución.
"Cada día aparecen cosas nuevas y sorprendentes. Solo pedimos una hoja de ruta de los ajustes para saber a qué atenernos", reclamó el vicepresidente del Colegio de Médicos de Barcelona, Jaume Padrós. La imprevisión, y cierto apagón informativo a la hora de concretar los detalles, impide calibrar el impacto real de los ajustes sobre los usuarios de la sanidad pública. Antes de la llegada del convergente Artur Mas a la presidencia, Salud ofrecía datos sobre la evolución de las listas de espera cada seis meses, a principios y a mediados de año. El Gobierno catalán, sin embargo, apura un cambio de gestión de las listas de espera que amenaza con ocultar para siempre las consecuencias del recorte. "Estamos intentando salvar el sistema", justificó ayer Ruiz, tras pedir al personal sanitario que "no cree estados de alerta entre los ciudadanos".
El tijeretazo en la sanidad catalana:
- Recorte de hasta el 30% del salario de la plantilla médica hasta finales de año, unos 1.125 euros por empleado. Los sindicatos rechazan la medida y advierten que puede implicar la convocatoria de huelgas en los grandes hospitales públicos.
- Una cuarentena de ambulatorios ha cerrado desde verano, cerca del 10%, pero la medida se puede prorrogar hasta finales de año.
- Otros 56 centros sanitarios de los 185 que ofrecían atención continuada durante las 24 horas del día han cerrado las urgencias nocturnas.
- Cerca de una de cada cuatro camas de los ocho hospitales públicos que gestiona la Generalitat, unas 1.050 plazas hospitalarias de 4.025, permanecen cerradas desde el principio del verano.
- Los hospitales públicos solo realizan intervenciones quirúrgicas por la mañana, mientras los quirófanos permanecen cerrados por la tarde. Cerca de uno de cada tres quirófanos permanece cerrado de forma definitiva. La Generalitat no ha ofrecido todavía datos sobre la repercusión de estos cierres en la lista de espera.
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