Los empleados del Príncipe Felipe acusan a Sanidad de falta de apoyo
Los trabajadores del Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) de Valencia insistieron ayer en que "la situación de deterioro" en la que se encuentra la institución "es el resultado de la drástica disminución presupuestaria en la subvención recibida de la Consejería de Sanidad", a la que culpan de la crisis por la que atraviesa el centro.
El comité de empresa respondió ayer al comunicado lanzado por el centro tras la reunión del patronato el jueves, donde el CIPF expuso que se reducirán las líneas de investigación de 27 a 12, dentro de la estrategia destinada al "mantenimiento de la excelencia como centro investigador" de la institución.
El personal del CIPF, a través de un escrito, destaca que el centro omite en sus explicaciones "el aspecto más importante de la problemática actual" del centro, que es la dramática disminución de ingresos por parte de la Generalitat, que han pasado de 9,7 millones de euros en 2009 a 4,6 millones en 2011, "sin contar con la minoración retroactiva aplicada en 2010 al ejercicio de 2009 de casi cuatro millones de euros ni con la amenaza de disminución de otros dos millones para el ejercicio 2012".
Sin información
Los trabajadores destacan que el comité de empresa no ha sido informado de las medidas anunciadas, que prevén el despido de 104 personas de las 250 que actualmente trabajan en el centro. Y ello "a pesar de haber solicitado a la gerencia el día 12 de septiembre información al respecto a raíz de las declaraciones del consejero de Sanidad sobre la existencia de un plan de viabilidad respecto al CIPF".
Se ha ocultado el despido de siete investigadores predoctorales del centro que están en curso, sostienen los empleados, "con la consiguiente interrupción de importantes líneas de investigación". La plantilla del mayor centro de investigación biomédica de Valencia considera que con sus "maniobras informativas" el consejero de Sanidad, Luis Rosado, pretende "dar carpetazo al incumplimiento de los compromisos de su consejería con la investigación en la Comunidad Valenciana y con los investigadores del CIPF". Todo ello, escudándose en una "flagrante falta de transparencia" pese a las subvenciones públicas de las que se alimenta.
