Medio centenar de muertos en la represión de nuevas protestas opositoras en Yemen

La sangrienta represión en Saná, capital de Yemen, vivió ayer un nuevo capítulo después de que al menos 27 personas murieran el domingo en las manifestaciones antigubernamentales que piden la renuncia del presidente, Ali Abdalá Saleh. Ayer fueron al menos 20 los caídos en los choques entre fuerzas progubernamentales y manifestantes, según informaron fuentes médicas. En total, casi medio centenar de personas han muerto en dos días.

Los incidentes se produjeron cuando la Guardia Republicana y las fuerzas de seguridad yemeníes trataron de desalojar a los manifestantes que se encontraban en la céntrica plaza Tahrir, epicentro de las protestas contra el régimen yemení desde hace meses. El intento de desalojo provocó duros enfrentamientos entre fuerzas leales al presidente Ali Abdalá Saleh -que se recupera en Arabia Saudí de un atentado sufrido el pasado junio- y un grupo de militares partidarios de la oposición y seguidores del general desertor Ali Mohsin Al Ahmar.

Una misión de la ONU llega hoy a Saná para evaluar la situación

Cinco de las víctimas presentaban disparos en la cabeza, mientras que fuentes médicas de un hospital de campaña situado en la plaza informaron también de la muerte de dos soldados desertores. Después de la represión policial del domingo, los manifestantes opositores trataron ayer de nuevo de dirigirse a la avenida principal de Zubairi, una de las entradas a la plaza Tahrir y que comunica con el palacio presidencial y otras sedes gubernamentales. El objetivo de los activistas opositores era llegar al palacio presidencial y a la residencia del líder de la Guardia Republicana, Ahmed Ali Abdalá Saleh, hijo del mandatario yemení.

Además, según testigos, dos personas murieron en Taiz, segunda ciudad del país, donde los manifestantes también intentaron llegar al palacio presidencial de esa localidad. Estos enfrentamientos coinciden con la llegada hoy a Saná del enviado especial de la ONU para Yemen, Yamal bin Omar, para seguir el desarrollo de la situación en el país, según la agencia oficial yemení Saba. Una misión de la ONU presentó ayer un informe en Ginebra en el que confirma el asesinato de cientos de personas desde el comienzo de las protestas el pasado 27 de enero.

Desde entonces, Yemen vive una revuelta popular que pide la salida de Saleh. Desde su residencia en Arabia Saudí, el presidente delegó el 12 de septiembre la autoridad en el vicepresidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, para negociar un traspaso pacífico del poder. No obstante, este gesto sigue sin satisfacer las demandas de las fuerzas opositoras.