El adiós de González-Sinde
La ministra de Cultura entrega a Agustí Villaronga el Premio Nacional de Cine con un intenso discurso en el que señala su abandono de la política tras el 20-N
Una vez tomada la decisión de abandonar la política y volver a su profesión, la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, aprovechó ayer su presencia en San Sebastián, donde entregó el Premio Nacional de Cinematografía al realizador mallorquín Agustí Villaronga, para lanzar una encendida defensa del cine comprometido y de la industria cinematográfica y su futuro. Contundente y firme, abogó por la política como la ambición de hacer mella en la realidad, de pronunciar en alto una advertencia sobre lo injusto, lo desequilibrado o lo oculto. "Vivimos un momento en el que la política está muy presente y desde la cultura y el cine tenemos que reivindicar que hay muchas cosas que decir y que aportar a esa realidad", aseguró.
"Tenemos que reivindicar que hay muchas cosas que decir", asegura
"Se acusa con demasiada frecuencia al cine de ser político y a los profesionales del cine de meterse en política, de hacer películas como Pa negre que hablan del pasado, la memoria y los tiempos oscuros. Sin embargo, yo creo que el cine, el cine excelente, el cine como el de Agustí Villaronga, no puede ser otra cosa que político", aseguró González-Sinde, para quien la grandeza del director mallorquín está precisamente en "hacer política con la belleza y, también, con la ausencia de la belleza".
Su ausencia de las listas del PSOE para las próximas elecciones generales del 20 de noviembre -"hace ya mucho tiempo que comuniqué al presidente y al candidato que estaba en absoluta disposición de ayudar o colaborar pero que mi paso por la política lo daba por concluido"- le llevará a retomar su profesión, la de cineasta. Tras la entrega del premio a Villaronga, se mostró satisfecha del balance al frente del ministerio: "Estoy orgullosa de haber servido a mi país en un momento de tanta dificultad".
Reconoció que le quedan cosas por hacer -"soy una persona que pienso más en lo que me falta que en lo que he hecho"- y se lamentó de no poder inaugurar el Museo Arqueológico Nacional. Sobre la posibilidad de que si gobierna el PP tras las elecciones, este partido elimine el Ministerio de Cultura, González-Sinde lo calificó de error. "La cultura o la ciencia son sectores estratégicos para nuestro país y determinantes para Europa como posibilidad de salir de la crisis. El conocimiento es lo único que no se puede deslocalizar, es lo que tiene que aportar Europa al mundo".
Tras el abandono del ministerio, González-Sinde probará suerte en la literatura o el teatro, aunque de momento no tiene en la cabeza ningún guion.
Tenía ganas de hablar ayer la titular de Cultura. La preocupación que se hizo pública en la gala de inauguración del Festival de San Sebastián, la noche anterior, sobre el futuro de la industria cinematográfica hizo que cambiara parte de su intervención y se lanzara a desmontar esa frase tan escuchada de que "aquí no hay industria" y a demostrar la fortaleza del mercado español. Para ello apuntó algunos datos como el salto en la producción de las 60 películas en 1995 a las 186 en 2010, los 30.000 puestos de trabajo del sector, los 600 millones mínimos anuales de recaudación en salas o la cuota de mercado -"esa cifra con la que sufrimos y nos peleamos cada año"- que en el primer semestre está en el 18%. "Lo de que el futuro del cine es oscuro e incierto es falso. Atravesamos en nuestra economía aguas bravas, pero sabemos mantener el equilibrio mientras remamos. Por eso si la función del cine, del arte, de la cultura es servir de brújula para orientarse en tiempos oscuros, el trabajo de los cineastas es todavía más crucial. Los tiempos solo cambian si antes han sido imaginados, dibujados, escritos o interpretados".
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.