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Salta por la ventana la acusada de la tragedia de Boecillo

Graciela L. B., la mujer de 55 años que presuntamente asesinó el pasado 15 de agosto a tres niños que estaban a su cargo como cuidadora de un centro para disminuidos, ha vuelto a ingresar en el Hospital Clínico vallisoletano después de saltar por la ventana del Módulo de Mujeres de la cárcel de Villanubla, donde permanece a la espera de juicio.

Aunque no existe confirmación oficial, todo indica que ha intentado quitarse la vida por segunda vez. La policía cree que ya trató de suicidarse la noche en la que asfixió a los niños, que sufrían disminuciones sensoriales de entre el 70 y el 90% y que estaban bajo la tutela de la Junta de Castilla y León en un centro gestionado por Mensajeros de la Paz.

En aquella ocasión, Graciela se provocó varios cortes en el cuello y los brazos con un cúter después de cometer el acto en la residencia infantil donde trabajaba desde hacía cinco años, a pesar de no disponer de cualificación profesional suficiente para dicha tarea. La primera vez que ingresó en el hospital, dijo no recordar lo que había sucedido durante su guardia de fin de semana en el centro especial de Boecillo (Valladolid), donde se desarrolló la tragedia.

Los hechos que han llevado de nuevo a la cuidadora al mismo complejo hospitalario, se produjeron durante la mañana de anteayer cuando la ex cuidadora (ha sido despedida hace una semana a la espera del resultado del proceso al que está siendo sometida) se arrojó por la ventana en un momento de descuido de las personas que la vigilaban en la prisión para evitar que pudiera autolesionarse.

Bajo control

Diversas fuentes confirmaron que en el momento de estos últimos acontecimientos, Graciela era controlada por otras reclusas en el módulo de mujeres de la cárcel, y que saltó por una ventana del baño al que dijo dirigirse y que estaba abierta en ese momento para ser limpiado.

La presunta asesina de los niños no ha sido vigilada de manera particular por funcionarios de la prisión, aunque estaba acompañada en todo momento por otras reclusas de su mismo módulo. La mujer saltó desde una altura aproximada de cuatro metros, lo que le provocó la rotura de la cadera y diversas contusiones "graves", según los facultativos que la atendieron y ordenaron su ingreso hospitalario, donde permanecía ayer.

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