Alonso Quijano en Madrid
La versión oficial de El Quijote omite ostentosamente cualquier estancia de don Alonso Quijano y su escudero en Madrid. Resulta extraño cuando Cervantes vivió aquí años, aquí murió y había nacido en Alcalá de Henares. No es que el Caballero de la Triste Figura abominara de las grandes ciudades. En Barcelona se dejó aclamar por nobleza y pueblo, delincuentes incluidos.
Es bastante probable que cualquier día aparezca en un viejo desván la verdadera versión de toda esta historia. Es más, ya hay por lo menos una persona que dice estar enterada del asunto por haber leído el manuscrito del viejo desván. Puede que mienta el sutil bellaco.
Don Quijote y Sancho, al marchar de Barcelona, pernoctaron un par de noches de incógnito en un mesón de la calle Mayor. En la misma hospedería se alojaba un conde catalán que los había visto en Barcelona. El noble señor se encargó de pregonar por toda la Villa la presencia de tan ilustres visitantes. Al día siguiente fueron llevados a hombros hasta la plaza Mayor. La muchedumbre pidió a gritos al ingenioso hidalgo que hablara algo. Y el caballero contestó: "Señoras y señores, yo ya he dicho todo lo que tenía que decir". Entonces el pueblo bramó: "¡Pues que hable Sancho Panza!".
"¿Y qué voy a decir yo?", le preguntó a Don Quijote, quien le aconsejó: "Diles aquello que te conté de Marco Aurelio". Y Panza: "¿Aquel emperador?". El caballero contestó: "El mismo".
Sancho se arremangó, aclaró la voz y habló así: "¡Oh, pueblo de Madrid! Solo he aprendido una cosa en esta vida, que, según mi señor, escribió aquel famoso Marco Aurelio: no ser esclavo de nadie ni tirano de nadie". La turbamulta gozosa los llevó a hombros a un mesón de la Cava Baja y allí se pusieron como en las bodas de Camacho.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.