Mucho jefe y pocos indios
"Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie". No sé si esta cita de la novela El Gatopardo es lo que está en la mente de algunos políticos que pregonan la extinción de las diputaciones provinciales. Lo cierto es que el nivel de Administraciones que debemos soportar y financiar los ciudadanos es excesiva.
La aparición de las autonomías, hace casi 30 años, no introdujo ningún cambio que eliminara esas instituciones. Aragón es una tierra extensa, despoblada y con una alta densidad de municipios, concretamente 729. Es decir, que si descontamos las tres capitales de provincia, cada alcalde gobierna de media a 802 habitantes.
Si queremos una mayor eficacia y un menor coste, habría que eliminar las diputaciones, que sus atribuciones fueran asumidas por las comarcas o por el Gobierno autonómico, y unificar Ayuntamientos. Pero este "suicidio" tiene que ser tomado por una clase política de escaso nivel, cuya principal preocupación, en general, es "mi sillón". Ya lo decía mi abuelo: "Mucho jefe y pocos indios".
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