Arqueología de puertas abiertas
Cadalso de los Vidrios exhibe el avance de la excavación de La Mezquita
De lejos son piedras; de cerca, historia. La distancia que transforma a unas ruinas en un yacimiento arqueológico de interés no es cuestión de metros, pero sí de conocimiento. En Cadalso de los Vidrios, a unos ochenta kilómetros al suroeste de Madrid, la excavación arqueológica en una iglesia románica mudéjar del siglo XI se ha transformado bajo esta idea para convertirse en un ejemplo de arqueología a puertas abiertas.
Conocido como La Mezquita de Cadalso de los Vidrios, este yacimiento abrirá sus puertas al público todos los sábados con el propósito de que la gente vea los avances de la investigación sobre el terreno. "El objetivo es que al salir de aquí no salgan con la idea de que han estado en una ruina y sí que han estado en un lugar histórico", dice Sergio Martínez Lillo, uno de los directores de la excavación y profesor titular de arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid.
El público podrá visitar el yacimiento todos los sábados tras una cita previa
En el yacimiento arqueológico pueden verse los restos de una iglesia de origen románico mudéjar, que fue reutilizado en distintas épocas posteriores, una necrópolis adjunta, piedras talladas y tumbas en cuyo interior se han encontrado osamentas. "Estas tumbas antropomorfas son un fenómeno cultural que se da en la provincia ibérica, asociado a la Edad Media, siglos XI y XII, vinculado a la presencia de comunidades ganaderas, iniciándose el mundo feudal", explica Martínez. "Últimamente se está planteando que en algunos casos puede ser de una época anterior, de los siglos VII y VIII, pero eso se está debatiendo".
Para recibir al público, La Mezquita fue equipada por la Comunidad de Madrid con una cubierta de madera y acero, que cubre los restos del viejo templo medieval; su instalación costó 368.000 euros y su función no es solo proporcionar sombra al área de excavación, sino también resguardar los avances de la excavación. Bajo la cubierta pueden verse al equipo de arqueólogos medievalistas, antropólogos y restauradores entretenidos en sus tareas. En el perímetro de la zona de excavación hay un cordel que marca los límites a los que pueden llegar los visitantes y se han instalado carteles informativos que explican el proyecto que se puso en marcha en 2004 y las distintas fases que ha recorrido la investigación.
Los tiempos en que las investigaciones eran un secreto para iniciados parecen estar en liquidación. Los arqueólogos saben que, al divulgar la importancia del yacimiento, generan nuevos lazos entre los pobladores y su pasado, y además es una forma de mostrar que no hay que esperar para exhibir los resultados y el uso de los recursos públicos en proyectos de carácter cultural. Ahora mismo, la Comunidad de Madrid cuenta con una red que ya suma, incluyendo La Mezquita, 14 yacimientos visitables en la región.
Por lo pronto, los investigadores del yacimiento de Cadalso de los Vidrios están documentando la historia y los diferentes usos que ha tenido el espacio. Una cosa es segura: La Mezquita nunca fue un templo mozárabe; el nombre, sin embargo, fue acuñado en los años cincuenta por un investigador que creyó que las ruinas eran una vieja mezquita, algo que la actual investigación ha descartado. Las visitas a La Mezquita no tienen costo, pero hay que hacer cita previa en el Ayuntamiento de Cadalso de los Vidrios (teléfono: 91 864 00 02). Una visita para comprobar que se puede aprender de las piedras.
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