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VERANO | EN POCAS PALABRAS

Los últimos placeres

Estamos en agosto y yo todavía sigo subiendo la cuesta de enero.

DIEGO ALGABA MANSILLA. Correo electrónico

Se sentía amenazado por aquellas olas, venían y se iban, venían y se iban. Ni una se quedaba con él.

M. JESÚS SILVA. Correo electrónico

He de advertirles de que los mejores placeres de este microrrelato van a continuación. Discúlpenme si no se los describo ahora minuciosamente.

MARÍA ÁNGELES MUR PAÚL. Correo electrónico

Aquel verano fue como el anterior, similar al siguiente: cada día parecía posible que todo fuera diferente.

DYM2. Eskup

El Ministerio de Felicidad aprobó sombras para todo el verano. La oposición votó en contra. Los nacionalistas pidieron el sol de invierno.

JAVIER DÍEZ. Correo electrónico

Tardó todo el invierno en entender que él no la quería. La alegría la sorprendió en agosto. Ya casi no dolía.

PAPE72. Eskup

Ya en el avión. Apagado el móvil. Cierro los ojos para imaginar el destino... Pasajeros del vuelo CO826, tendremos un retraso...

@SUNDAYLAVIN. Domingo Lavin

Juego a que vengas y tú vuelves... con la marea.

ARISTÓTELES. Correo electrónico

Tras firmar el finiquito, se reunió con su familia en el apartamento de la playa y, simulando alegría, anunció que ya estaba de vacaciones.

JOAQUÍN VALLS. Eskup

Con la brisa de la noche de verano que mueve las páginas leídas, escribiré mi novela de invierno.

JOSÉ MARÍA VERDÚ. Correo electrónico

Gaviotas al son de las olas, pensamientos que no miran más allá del momento en el que rompen en la orilla. Al fin, EQUILIBRIO.

@VIOLETA_MEDINA. Violeta

Llego a mi pueblo y abro la ventana: la gran roca sigue ahí, mirando, cuidándonos. Respiro y siento que todo está bien. Recupero la calma.

TERESA. Correo electrónico

De viaje por el interior de mi mente. Más barato que Cancún y menos aburrido que Benidorm.

GLORIA MERCHÁN TABERNERO. Correo electrónico

Verano de parados indignados. Mi cuñado era camionero y lo echaron. Ahora toma el sol en un solo brazo. Es un romántico.

MIREIA SALA. Correo electrónico

Pidió una tortilla con un par de huevos; el camarero le dijo que para chulo él y acabaron batiéndose a la española.

R. GUINDEL. Canet de Berenguer

Perdí algo de mí misma y encontré en Formentera luz para ver, viento para mover y mar para navegar. Desde allí empecé de nuevo la búsqueda.

ROSANA CARCELLER. Correo electrónico

Se empeñó en recorrer andando aquella kilométrica playa. Cuando regresó, todo ufano, ella había desaparecido para siempre.

RICARDO SEGURA. Correo electrónico

De tanto cenar de sobaquillo, aquel verano le creció un bocadillo en la axila.

ANA CAÑIZARES. Correo electrónico

Nos quedamos todos mudos de asombro: una sirena salió del mar, se sentó en la única mesa libre y pidió una ración de ancas de rana.

ANTONIO M. ESTÉVEZ. Granada

Demasiado blanca para ser la luna; masiada luz para estar dormido; siado amor para ser mi vida; ado frío para ser verano y de día. Moría.

CÉSAR LADRA. Girona

¡Croacia, Croacia, Croacia, qué país de ensueño!... pensaban las ranas en el estanque.

CARLOS. Ávila

Manuscrito hallado en una botella: Me siento vacía".

MIGUEL CRESPO. Correo electrónico

Su destino de verano: Puerta del Sol. En su mochila: tupperwares con dosis de libertad, fraternidad e igualdad.

F. CARLOS RAMÍREZ. Correo electrónico

La prima de riesgo. Me fui a la playa a casa de mis tíos y allí estaba el riesgo de mi prima tomando el sol en top less.

JOTAEME. Correo electrónico

El mar, en calma. El cangrejo camina...hacia delante.

AGNÈS E. PÉREZ. Correo electrónico

En un rincón, entre las rocas, el cangrejo volvió a hacer su imitación de Michael Jackson, y los mejillones aplaudieron una vez más.

E. ÁLVAREZ-NOREÑA. Correo electrónico

Yo soy aquella que siempre llega a la parada cuando la guagua acaba de pasar. Pero en verano me importa menos.

M. C. CEJUDO. Santa Cruz de Tenerife

Dejé en casa el móvil y emprendí un viaje a mi interior para comunicarme solo conmigo mismo. Descubrí que tenía muchas cosas que decirme.

JULIO M. CALVO. Correo electrónico

-¡Nadie! ¿Entiendes? ¡Nadie que se parezca a mí podrá jamás hacerme sombra!

SARA MADRIGAL. Correo electrónico

Hace mucho frío en Argentina. Enciendo el calefactor y me dispongo a mirar Televisión Española que transmite el verano de Ibiza.

C. G. IBÁÑEZ. Correo electrónico

Noticia de última hora: Bin Laden predicando en las profundidades abisales: "Be water, my friend". Los atunes huyen despavoridos.

@JOSEANPRADO. Josean Prado

El verano pasado me echabas crema en la espalda y compartíamos un tarrito de cerezas frescas bajo la sombrilla. Hoy ya no estás. Te quiero.

MARÍA COBOS. Algeciras

20 años. Ryanair. Mi novio. B&B. Moxilas y bsos sur ls Champs-Elysées. Subir a la torre? 3.80€ x scalera. París low cost mais Paris, mon amour.

PAULA ALONSO. Correo electrónico

No pares, ¡sigue! Gimió entre jadeos, sudorosa. Clavó las uñas y cayó agotada. Uno, dos, tres... hasta 140 abdominales diarios. ¡El verano!

MAR LÓPEZ. Correo electrónico

Un mapamundi. Mi padre señalaba el recorrido que nunca haríamos: en caravana a Canadá. Había empezado el verano. Cada mañana: a viajar.

GANESH. Correo electrónico

Las playas sitiadas, los chiringuitos admiten reservas, la serotonina flota en el aire, y yo, yo buscando empleo. Me siento la mar de rara.

MARIBEL RODRÍGUEZ CAMACHO. Correo electrónico

Al comprobar que las últimas olas no llegaban a derruir el castillo de arena, el niño imaginó que de mayor podría luchar contra molinos.

DOROTEOBP. Correo electrónico

¿Qué pasa? Nunca había oído a los vecinos gritar tanto. Había llegado el verano y las ventanas estaban abiertas.

PAQUITA LÓPEZ DEL PRADO. Correo electrónico

MICRORRELATO GANADOR

Como siempre, me hace falta más tiempo para volver a empezar.

ALEXANDRA MARTÍNEZ. Correo electrónico

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