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Reportaje:

"Os vamos a aniquilar a todos"

Asilados sirios en España aseguran que la Embajada de su país amenaza y acosa a quienes protestan contra el régimen de Bachar el Asad

"Os vamos a aniquilar a todos", le dijo una mujer con acento árabe a Nur Zene Chaban, una joven siria mientras recogía firmas hace dos meses en la Puerta del Sol para apoyar la revuelta contra el régimen de Bachar el Asad. Decenas de sirios residentes en España aseguran haber sido víctima de amenazas, supuestamente vertidas por su Embajada, desde que en marzo se desató la revolución contra el dictador. La familia de Mohammed Tailouni, programador informático natural de Damasco, le ha suplicado que deje de manifestarse: "Tienes que parar todo lo que estás haciendo. Ya nadie quiere trabajar con nosotros. Están pasando cosas que no te podemos contar". Su padre murió en la capital siria al estallar la revolución y aún no sabe por qué.

Los manifestantes se reúnen cada domingo frente a la legación en Madrid
"Nos han grabado desde las ventanas de la embajada", afirma una activista
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La Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio (AAPS) envió el 14 de julio un comunicado al Ministerio de Asuntos Exteriores en el que denunciaba haber sufrido acoso por parte de los responsables de su Embajada. "Nos han fotografiado para después identificarnos y poder así castigar a nuestras familias en Siria". Mazen Yaghi, periodista que abandonó Siria hace 11 años, afirma que las visitas de los agentes del Mujabarat (servicios secretos) a la casa de sus padres en Hama se han duplicado desde que empezó la revuelta.

Exteriores admite que no se ha puesto en contacto con la representación diplomática porque no se han presentado denuncias. La Embajada de Siria, por su parte, declinó hacer ninguna declaración oficial a este periódico.

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En España viven en la actualidad 5.016 sirios, concentrados en Madrid, Málaga y Granada. La mayoría llegó en la década de los ochenta, tras abandonar Siria por motivos religiosos o políticos. Eran contrarios a la dictadura que implantó Hafez el Asad en 1971, padre del actual presidente, o pertenecían a los Hermanos Musulmanes, perseguidos con saña desde la matanza que ordenó Hafez el Asad en Hama, en 1982.

Los manifestantes se reúnen todos los domingos frente a la legación diplomática en Madrid, cerca de la estación de Atocha, para pedir cuentas a un Gobierno que ha matado a unos 2.000 civiles, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. "Arriba nos tienen fichados. Nos han grabado desde las ventanas", argumentan en el comunicado enviado a Exteriores. "Esta Embajada hace el papel de departamento represivo del régimen", sentencia la activista Sirin Adlbi Sibai. Un joven de nacionalidad siria asegura que cuando fue al consulado a resolver un trámite, acabó en el despacho del que supuestamente identificó como jefe de los servicios de espionaje, que le mostró fotografías de manifestantes, entre las que pudo identificar a su hermano. "¿Tú sabes que viene aquí a gritar Bachar, cabrón, quítate del sillón?".

Mientras en la capital se está superando el miedo al dictador, en Andalucía, "la gente no se atreve a salir a la calle", afirma Ihab al Oumaoui, presidente de la Asociación de Amistad Siria en Granada. "En ambas ciudades [Málaga y Granada] viven simpatizantes del régimen relacionados con Rifaat el Asad". Este vive en Marbella desde que en 1984 fuera expulsado de Siria por intentar dar un golpe de Estado contra su hermano. España le dio asilo político. En Málaga, la escasa oposición a la dinastía alauí apenas se ha manifestado. Pero en Granada también ha habido altercados.

Un asistente a una manifestación contra el Gobierno sirio que tuvo lugar en mayo denunció ante la policía a dos hombres que filmaron con cámaras la protesta.

Aunque el Estado español ha condenado la represión del régimen, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, mantuvo el contacto con El Asad hasta junio y envió al ex secretario general de la Presidencia del Gobierno, Bernardino León, a Damasco para buscar una salida pacífica a la revolución. No ha conseguido su objetivo. El dictador sigue asfixiando a sus ciudadanos. El disidente Tailouni está seguro, sin embargo, de que el tirano caerá y que su lucha contra el miedo habrá merecido la pena.

Jóvenes sirios opositores al régimen, a comienzos de agosto en Madrid.
Jóvenes sirios opositores al régimen, a comienzos de agosto en Madrid.ULY MARTÍN

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