Tremonti: "En estos casos, o se hace la revolución o se preparan reformas"
Berlusconi saca pecho y dice que "si es necesario" se presentará a las elecciones
El ministro de Economía italiano, Giulio Tremonti, apeló ayer a la responsabilidad y el sacrificio para justificar el nuevo ajuste de 45.500 millones de euros aprobado el viernes con el fin de llevar Italia al equilibrio presupuestario en 2013 y frenar el acoso de los mercados. "Algo que ahora puede pasarle a otros países -insinuó maliciosamente Tremonti-, la crisis no es solo cosa nuestra, se trata de una crisis del PIB de Europa entera. Si existieran los Eurobonos todo sería distinto, no estaríamos obligados a aprobar este paquete", evaluó, y espetó: "En estos casos, o se hace la revolución o se preparan reformas".
Tremonti detalló algunas medidas del nuevo ajuste, que ha desatado una oleada de críticas, y contempla medidas como una sobretasa para las rentas más altas y la supresión de provincias y ayuntamientos. En concreto, el plan supone la reducción 54.000 cargos públicos a partir de las próximas elecciones. Si ahora hay un administrador por cada 400 habitantes, con la reforma el ratio crecerá de uno a 1.000 habitantes. Tremonti apuntó también que el Gobierno estudia "hipótesis" de privatizaciones de empresas públicas.
El primer ministro asegura que Trichet y Merkel han aplaudido su plan
"Nos estrangulan", dice el alcade de Roma, en plena tromba de críticas
El plan, ha querido dejar claro el Ejecutivo italiano, va en serio: los funcionarios locales que no cumplan con la austeridad se verán suspender la paga extra de navidades y aplazar el finiquito, cuando se jubilen. Aun así, la aceleración de los recortes no llevará a Italia a revisar su previsión de crecimiento para este año, apuntó Tremonti.
El primer ministro, Silvio Berlusconi, lanzó un mensaje de tranquilidad sobre este ajuste adicional, que Italia necesitaba para calmar la inquietud de los mercados sobre su deuda pública (1,9 billones, 120% del PIB): "Hablé por teléfono con Angela Merkel y con Jean-Claude Trichet [presidente del Banco Central Europeo] y me dijeron que es bueno", comentó. Sin embargo, también el programa de julio había ganado el aplauso de la Unión Europea, pero aplazaba los recortes a después de las elecciones y recibió el varapalo de los mercados. Así que, como subraya el catedrático de Economía Carlo Secchi, para ver si es suficiente "hay que esperar a que vuelvan a abrir las Bolsas".
"Había una gran atención par parte de los líderes europeos por lo que hacíamos, siguió Berlusconi". El decreto que recoge recortes y subidas de impuestos debía ser aprobado el 18 de agosto, pero fue adelantado. Solo el miércoles pasado, el Jefe del Ejecutivo había presumido de que "el sistema italiano es sólido y los mercados se equivocan, son un reloj roto".
Pero el reloj ha cambiado el ritmo y Berlusconi se apunta este nuevo plan como un tanto, hasta el punto de que ayer dejó caer que "si es necesario", volverá a presentarse a las elecciones, previstas en 2013. Y antes de subirse a su avión rumbo a Cerdeña, auguró "un viaje muy tranquilo" a la reforma en su tramitación parlamentaria, en la que existe posibilidad de ser modificado. El 22 de agosto lo examinarán las comisiones, antes de enviarlo al Senado. Las Cámaras deben también introducir en la Constitución la obligación del equilibrio presupuestario y modificar el artículo sobre la libertad de empresa.
El primer ministro destacó que el plan viene impuesto por la situación internacional y que cualquier Gobierno hubiera hecho lo mismo. "Mi corazón sangra", dijo. Tremonti reconoció la existencia de la polémica carta del BCE, firmada por Trichet y Mario Draghi, actual director del Banco de Italia y nuevo patrón del órgano europeo en noviembre, en la que marcaban a Roma los ritmos y medidas que debía adoptar.
Eso no apaga el fuego cruzado de las críticas internas. El paquete descontenta a oposición, que ya anuncia un plan alternativo; sindicatos, que claman a la huelga general; patronal, por una vez increíblemente de acuerdo con las confederaciones de los trabajadores; y los administradores locales, que acusan Roma de recargar sobre sus espaldas todo el peso de los recortes. "Una reforma que carga sobre clases medias y mete parches, no soluciona nada", dijo el líder del Partido democrático Pierluigi Bersani. El ex fiscal Antonio Di Pietro de la izquierdista Italia de los valores, ve "luces y sombras: está bien quitar las provincias pequeñas, subir los impuestos para las rentas financieras y el impuesto solidario. Pero es inaceptable cortar 9.000 millones a administraciones locales".
La centrista Alianza para Italia advierte: "puede desencadenar efectos recesivos". "Nos estrangulan", criticó Gianni Alemanno, alcalde de Roma, del Pueblo de la Libertad, por el recorte de las administraciones locales. No es el único, en su o en su socio, la Liga Norte, en protestar. El viaje parlamentario del decreto podría no ser tan tranquilo.
Tijeretazo de 45.500 millones en dos años
- Impuesto 'solidario' para los ricos. Se aplicará durante dos o tres ejercicios y afectará que ingresen más de 90.000 euros anuales, que pagarán al fisco un 5% adicional sobre la cantidad que exceda de esos 90.000. Para aquellos con ingresos de más de 150.000, la sobretasa alcanzará el 10%. También subirá el impuesto sobre el tabaco, aunque está por precisar.
- Menos provincias y Ayuntamientos. El plan prevé suprimir entre 29 y 36 provincias de menos de 300.000 habitantes y agrupar unos 1.970 gobiernos municipales (son los que tienen menos de 1.000 habitantes). Los ayuntamientos perderán 9.500 millones en fondos en 2012 y 2013.
- Se suprimen puentes festivos y se trasladan las fiestas no religiosas a los domingos.
- La edad jubilación de hombres y mujeres pasará a los 67 años en los próximos cinco años (ahora ellos se retiran a los 65 y ellas a los 60) y en 2050 podría elevarse a los 70.
- Recorte de 8.500 para los ministerios hasta 2013.
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