Vertiginoso Sabella

Entre tantas decisiones que parecen insensatas, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) puede que esta vez no se haya equivocado. Tras el fracaso de Sergio Batista en la Copa América, Alejandro Sabella es el nuevo seleccionador. Este aprendiz de Carlos Bilardo, pero también de Daniel Passarella, del que fue ayudante, tiene el defecto de contar con solo dos años de experiencia como primer entrenador, lo que supondría que se ha vuelto a elegir a un técnico con poco rodaje, como Diego Maradona o Batista. Pero ha demostrado ser diferente a ambos.

Sabella debutó en 2009 y en medio año su Estudiantes de La Plata alzaba la Copa Libertadores. Después disputó la final del Mundialito al Barça y solo perdió (1-2) en los últimos minutos. En 2010 ganó la quinta Liga de Estudiantes, el club con el que como jugador había sido dos veces campeón (en 1982, con Bilardo, y 1983). A principios de 2011 renunció porque sus directivos no le compraban los jugadores que quería.

Pero demostró que, a pesar de que como medio ofensivo le llamaban Pachorra, es disciplinado, metódico y observante de la táctica. Tranquilo y de bajo perfil, probó en un club importante, pero no grande, que no necesita ser un Maradona para estimular a sus jugadores. Claro que ahora afrontará un desafío mayúsculo: recuperar la Copa del Mundo, que la albiceleste ganó por segunda y última vez en México 1986.

Con su corta pero exitosa experiencia, Sabella, de 56 años y nacido en el distinguido barrio bonaerense de Palermo, venció a otros candidatos con más logros: Carlos Bianchi, varias veces campeón mundial, sudamericano y argentino con el Boca y el Vélez, y Gerardo Martino, subcampeón de la última Copa América con Paraguay. Julio Grondona le prefirió a Bianchi, con quien el eterno presidente de la AFA se lleva mal.