El Ejecutivo pide lealtad para asumir el coste de los recortes
El ambiente del consejo no fue tenso, como otras veces, pero hubo un momento clave que elevó los grados. Varias autonomías del PP reclamaban al Gobierno "lealtad" para que les ayudara a hacer frente a una situación difícil. La vicepresidenta Elena Salgado se molestó. Dijo que no había visto esa lealtad cuando el Gobierno tuvo que asumir en solitario el coste político de rebajar el sueldo de los funcionarios, gracias al cual las autonomías, explicó, se han ahorrado 4.000 millones de euros mientras el Ejecutivo pagaba la mala imagen. El consejero catalán, Andreu Mas-Colell, se molestó y recordó que su Gobierno está asumiendo un enorme coste político con sus recortes. El de Madrid, Percival Manglano, dijo que el suyo también está sufriendo.
En general, el tono fue amable. El discurso más duro fue el del madrileño Manglano, del PP, que en su estreno en un Consejo de Política Fiscal y Financiera lanzó críticas al Ejecutivo en un tono especialmente vehemente. Pero incluso eso fue resuelto con risas. Cuando le tocó intervenir, Salgado agradeció el tono de todos los discursos, "excepto alguno especialmente mitinero", dijo con una sonrisa. Siguió la ronda de los demás responsables de Economía y Hacienda de todas las comunidades, y la ironía de la vicepresidenta parecía olvidada. Pero no lo estaba.
Cuando le tocó intervenir de nuevo, el madrileño recogió el guante y devolvió el tono irónico. "Le agradezco, vicepresidenta, que critique usted el tono mitinero del consejero de Andalucía...". Salgado cortó: "No, no, ya sabe que no me refería a Andalucía". Todos los consejeros explotaron en una sonrisa.
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