Obama avala las bodas homosexuales
Barack Obama se ha convertido en el primer presidente en la historia de Estados Unidos que afirma la validez federal del matrimonio homosexual. Aunque durante la campaña electoral de 2008 dijo que estaba a favor de las uniones civiles y no del matrimonio para las personas del mismo sexo, en los pasados meses ha reiterado en diversas entrevistas que su opinión al respecto ha cambiado.
Una de las medidas que más enérgicamente impulsó en sus primeros dos años de Gobierno fue la de derogar la prohibición a los gais de que sirvieran abiertamente en el Ejército. Ahora, de forma discreta, su Administración ha asumido la labor de apoyar la validez a nivel nacional de las uniones gais, que son legales solo en cinco Estados y, a partir de mañana, también en Nueva York.
Desde 1996, una norma conocida como Ley de Defensa del Matrimonio prohíbe que las uniones gais tengan validez federal. Deniega así a los contrayentes homosexuales beneficios que dependen del Gobierno central, como la reunificación familiar o la concesión de visados a cónyuges extranjeros. Los activistas critican que un matrimonio efectuado en Massachusetts, por ejemplo, sí tenga validez en otros países como España, pero no ante Washington.
El pasado martes, la senadora demócrata Dianne Feinstein -que fue colaboradora del icónico activista Harvey Milk- presentó un proyecto que derogaría esa ley federal. La Casa Blanca, a través de su portavoz, Jay Carney, reveló que Obama apoyaba "con orgullo" la propuesta de Feinstein. Era la primera ocasión en que un presidente en activo llegaba tan lejos como para pedir al Congreso -una de cuyas cámaras controlan los republicanos- que otorgue validez total al matrimonio homosexual.
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