El G-8 y la UE coordinarán su política sobre la revuelta árabe

La Unión Europea y el G-8 coordinarán sus estrategias ante la primavera árabe, la ola de revueltas democráticas que ha sacudido el Magreb y Oriente Próximo. El diplomático español Bernardino León, que el día 18 fue confirmado como enviado especial de la UE para el Mediterráneo Sur, participó el jueves en París en una reunión del G-8 para buscar dicha coordinación, según fuentes comunitarias.

El club que agrupa a los países más ricos del mundo y a Rusia ha cedido en los últimos años protagonismo al G-20 como foro económico global y se ha centrado en asuntos políticos, como la estabilidad internacional y el medio ambiente. Su última cumbre, celebrada en mayo en Deauville (Francia), acordó la creación de un fondo de 20.000 millones de dólares (14.000 millones de euros), ampliable hasta el doble, para apoyar durante los próximos tres años las reformas y transiciones democráticas en el mundo árabe.

También la UE ha puesto la primavera árabe entre sus prioridades y tiene previsto destinar a la ribera sur del Mediterráneo dos tercios de los 7.000 millones de euros con que cuenta la política de vecindad hasta 2013. Los países occidentales son conscientes de que las transiciones democráticas pueden naufragar si no son capaces de atender las necesidades básicas de la población, de ahí la urgencia de la ayuda económica.

León tiene previsto viajar en las próximas semanas a Túnez y Egipto para mantener un primer contacto con sus nuevas autoridades y comparecerá tras las vacaciones ante el Parlamento Europeo, según las mismas fuentes.