Todo menos arena y agua de mar

Los vecinos que, como la de la imagen, acuden a refrescarse a las láminas de agua conocidas como la playa de Madrid Río, tienen desde ayer un nuevo aliciente. Un chiringuito, el primero que abre sus puertas en el parque lineal, junto al puente de Perrault, para tomar una bebida o algo de picar y resguardarse del sol bajo sus toldos. El éxito en el primer día fue notable, como también lo fue el del alquiler de tumbonas, a un euro por día. ¿Quién necesita playa?

Sentado en una tumbona, con su nieta Irene sobre las rodillas, Miguel echaba la mañana frente a una de las láminas de agua que forman la playa de Madrid Río. "Francamente bien, francamente bien", decía, y señalaba el césped, a los niños esperando ansiosos que empezaran a brotar los chorros de agua y, la novedad del día, el chiringuito que abrió ayer poco antes de las once de la mañana. Es el primero. Los casi ocho kilómetros de Madrid Río se inauguraron sin un solo quiosco en el que tomarse un refresco o un helado. Ahora ya lo hay. Y, a juzgar por el llenazo de las ocho de la tarde, no le van a faltar clientes.

Hay en proyecto un restaurante y dos puestos de helados y bebidas

Sobre los precios, diversidad de opiniones. A algunos les parecía algo excesivo cobrar 2,50 euros por una caña o un refresco. Otros se encogían de hombros y decían que eso es lo que se paga en cualquier terraza bien situada de la capital. Y el chiringuito está en el mejor sitio posible, uno de los más concurridos del parque. En la zona de la Arganzuela, al lado de la playa, del puente de Perrault y muy cerca de los toboganes. Además, en los alrededores cuesta encontrar una sombra: más de uno confesaba estar allí para cobijarse del sol bajo las sombrillas de la terraza, que ocupa bastante más de los 100 metros cuadrados que ofertaba el concurso de la concesión.

Un agua mineral o un café, dos euros. Un bocadillo, 3,90. Una pizza, 6,25. Pero los auténticos precios populares están en el alquiler de las tumbonas. Todo el día por un euro, y por cada dos tumbonas, sombrilla gratis. Cuando la concejal de Urbanismo, Pilar Martínez, visitó el café-bar por la mañana, minutos después de abrir, ya las tenía casi todas ocupadas (el primer día era gratis). Por la tarde, hacia las ocho, no quedaba una libre. Había incluso toallas sobre el césped, que volvía a lucir verde y frondoso después de que, hace un mes, presentara un aspecto muy abandonado. La lámina de agua más alejada del chiringuito, en la que aún no se alquilan tumbonas -el adjudicatario, Juan Ramos, aseguró que esperan a ver cómo se comporta la demanda-, sigue teniendo el césped ralo y medio seco.

Los baños del café-bar son públicos y pueden usarse sin tener que consumir. Son los primeros aseos de todo el parque lineal, aunque "a finales de verano", aseguró la concejal, se inaugurarán otros cuatro quioscos que ya se han adjudicado (a Casa Remigio, la misma que gestiona el quiosco de las tumbonas, después de que dos concursos previos quedaran desiertos). También hay en proyecto un restaurante y dos puntos de venta de helados y bebidas más pequeños. El Madrid Río Café Playa, que es como se llama el nuevo chiringuito, abre de 10.00 a 1.00 -las copas, a seis euros- entre semana y los fines de semana hasta las dos de la madrugada.