El PP da un respaldo tibio a Camps
El ánimo del líder valenciano preocupa a Barberá y alarma a su Gobierno
El que resiste, gana. Pero también puede acabar con la paciencia de quienes le rodean. El presidente valenciano, Francisco Camps, que será juzgado por aceptar regalos de la red Gürtel, ha tardado más de 24 horas en conseguir un tibio respaldo de la dirección nacional del PP.
Prácticamente desaparecido desde que el auto del juez José Flors ordenó la apertura de juicio oral por un delito de cohecho pasivo impropio -contra Camps, Víctor Campos, Ricardo Costa y Rafael Betoret-, el presidente valenciano logró ayer el respaldo de Ana Mato, vicesecretaria de Organización del PP nacional.
"Es una persona honrada", dijo Mato, "los valencianos le han votado mayoritariamente porque ha realizado una magnífica labor". Un escueto apoyo que fue coreado por el portavoz de economía del PP en el Congreso, Cristóbal Montoro - "Camps es una persona honrada y hay que dejar que los procesos judiciales lleguen a término"-, y el presidente de Extremadura, José Antonio Monago -"no hay que hacerle un traje a quien hasta el día de hoy es inocente"-. Los tres participaron en Huelva en la escuela de verano del PP de Andalucía.
"Es una persona honrada", aseguran Ana Mato y Cristóbal Montoro
Nada que ver con la avalancha de comunicados de solidaridad y las decenas de declaraciones de cargos populares que arroparon a Camps en otros momentos del trance judicial.
Y es que las promesas repetidas por Camps de que todo quedará en "nada de nada" se han estrellado una y otra vez contra las sucesivas decisiones de la Justicia. Ya en mayo de 2010, cuando el Supremo ordenó al Tribunal Superior de Justicia valenciano reabrir la causa de los trajes, Génova mostró en privado su cansancio y advirtió al presidente de la Generalitat que tendría que asumir su propia defensa ante la opinión pública. La reacción no se hizo esperar y Camps se comparó con Juan sin miedo. "Nada temo responder", sentenció.
Desde entonces, el presidente valenciano ha intentado mostrarse un poco más elocuente ante los medios de comunicación, pero la decisión del juez Flors de abrir juicio con jurado ha vuelto a desarbolar al presidente valenciano, que por ahora no tiene previsto retomar su agenda pública.
La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, reconoció ayer que el viernes estuvo "mucho rato" con el presidente de la Generalitat tras conocerse la decisión del TSJ. "Evidentemente, el hombre está sufriendo", dijo Barberá, que no quiso pronunciarse sobre si Camps debería dimitir.
Unas declaraciones cuyas consecuencias alarmaron a los miembros del propio Gobierno valenciano. Tanto que el consejero de Gobernación, Serafín Castellano, tuvo que sacar el capote y asegurar que "Camps está muy fuerte" y que la decisión judicial "no va a cambiar en nada, ni el Gobierno, ni la presidencia".
Por su parte, el candidato del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, sin mencionar la situación de Camps, aseguró en Mérida que "una vez que la gente ve un político que se corrompe, el mal está hecho". "Es insostenible e intolerable para una democracia", recalcó Rubalcaba.
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