La Universidad de Lleida ignora el recorte y anuncia pérdidas
El consejo del centro aprueba un déficit de dos millones
La batalla de las universidades para sortear el recorte del 16% del presupuesto impuesto por la Generalitat empieza a jugarse en solitario. Si el miércoles los rectores de los principales centros universitarios reclamaron más recursos de forma conjunta en el Parlament, ayer la Universidad de Lleida (UdL) señaló que apelará a la autonomía universitaria para reducir el recorte que exige el Gobierno catalán en el 30%: el centro prevé 4,8 millones de ajuste en vez de los 6,8 exigidos, y prevé cubrir los dos millones restantes generando déficit, según el Plan Económico 2011-2014 aprobado por el consejo de gobierno de la UdL.
La intención del centro es imponer su propia versión del recorte justificando que la universidad no genera déficit desde 2003 y, por tanto, no puede pagar los platos rotos por el resto de universidades públicas deficitarias. En este sentido, el consejo del centro recordó que la UdL ha renunciado a numerosos proyectos importantes que sí han hecho otras universidades con el único objetivo de no generar pérdidas. "Nos hemos portado bien y por esto entendemos que el recorte no debe ser igual para todos. Otras universidades sí han generado déficit", precisó el rector de la UdL, Roberto Fernández.
No precisó a qué centros se refería pero la Universidad de Barcelona, la Universidad Autónoma y la Politécnica de Cataluña se hallan entre las más deficitarias del sistema universitario catalán. La Generalitat, sin embargo, ha dejado a deber a las universidades públicas 154 millones de euros por fondos ligados a metas de investigación y docencia cuyo pago ha vuelto a atrasarse por los recortes. Los rectores de las universitarias más deficitarias, por su parte, reclaman que si se les pagara todo lo que les deben, las pérdidas podrían reducirse prácticamente a cero.
El déficit que propone la UdL, por su parte, representaría el 1% de la masa que genera la universidad catalana y quedaría saldado en 2014, detalla el plan. "Se trata de una petición tan razonable y con un compromiso tan fuerte que esperamos una respuesta positiva de la Generalitat", señaló el rector. El consejo social de la universidad debe aprobar este plan las próximas semanas y después deberá ser analizado por el Gobierno catalán.
La decisión de la UdL ilustra el convulso panorama del sistema universitario catalán: en una situación general de déficit acumulado y deudas de la Generalitat que esta no satisface, los centros deben reducir ahora su presupuesto el 16%. Se trata del doble del recorte aplicado en educación primaria y secundaria y obligará a despedir a cerca del 5% del personal docente, según exige el Gobierno catalán. Este prevé compensar a las universidades con el incremento de precios de la matrícula de hasta el 7,6%, entre otras subidas.
Pero los rectores alertan de que este aumento de ingresos no es suficiente y solo sirve para tensar la cuerda en los campus. Las principales universidades sufrieron protestas conjuntas de alumnos y profesores el pasado junio que probablemente proseguirán con el inicio del curso. "Está en juego la excelencia de las universidades catalanas", clamaron unidos los rectores anteayer en el Parlament. Ahora la UdL busca al menos salvar sus propios muebles. "Con este plan mantendremos el nivel en docencia e investigación", defendió Fernández.
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