La Generalitat conocía la construcción de un vertedero ilegal en Cerdanyola
Un informe del Departamento de Territorio en marzo constata las irregularidades
La empresa Puigfel, encargada de la explotación de la cantera de Can Fatjó dels Aurons, en Cerdanyola del Vallès, ha estado haciendo movimientos de tierra y excavando más de lo permitido con la intención de convertir la cantera en vertedero sin tener la autorización de la Generalitat. Así lo constata el informe de una inspección que el Departamento de Territorio realizó en marzo en la cantera. Pero los planes se han ido al traste, ya que a raíz de la movilización de una plataforma vecinal, el Parlament acordó este miércoles vetar la ubicación de un nuevo vertedero en Cerdanyola (el municipio ya acoge media docena de depósitos con residuos domésticos, industriales y restos de amianto).
Can Fatjó dels Aurons es una cantera que consiguió la autorización en el año 1963 para extraer arcilla destinada a materiales de la construcción. La explotación está al final de su vida útil y ahora debe ser restaurada con tierras y escombros, según la autorización vigente. Pero la empresa Puigfel, que ya gestiona otros vertederos en Cerdanyola como la Elena, tenía otros planes y quería aprovechar el gran hueco para ubicar un vertedero de residuos urbanos, cosa que le comportaría unos sustanciosos ingresos económicos. En febrero Puigfel ya tenía redactado el proyecto constructivo del depósito.
La posible ubicación del vertedero despertó un fuerte rechazo vecinal en Cerdanyola y Sant Cugat, ya que la instalación está a menos de 50 metros de las viviendas de Bellaterra y cerca de escuelas, hospitales y empresas de Sant Cugat del Vallès.
La cantera recibió el pasado mes de marzo una inspección de la Oficina de Gestión Ambiental (OGAU), perteneciente al Departamento de Territorio, que constató que se estaban haciendo movimientos de tierras "para adecuar la zona para instalar un depósito clase II para residuos embalados", es decir, basura tipo resto que es compactada y embalada antes de ser almacenada perpetuamente en vertederos. Los técnicos también denuncian en su informe que la actividad extractiva ha generado "un gran agujero con unos grandes taludes y una profundidad de 60 metros", cuando el proyecto autorizaba solo a excavar a 20 metros. Por esta infracción "hecha con intención y reiteración", según el informe, la OGAU propone una sanción de 1.200 euros a la empresa, una cifra "ridícula", según la plataforma vecinal.
El proyecto del vertedero ya era conocido por la Agencia Catalana Residuos (ACR) en octubre del año pasado, cuando envió una carta al Ayuntamiento de Cerdanyola mostrando el "interés" por la iniciativa y pidiendo al Consistorio que "considerara la oportunidad de autorizar la instalación" del depósito. El Ayuntamiento finalmente impidió su construcción la semana pasada, declarando la incompatibilidad urbanística de Can Fatjó con la ubicación de un vertedero. El informe impide a Puigfel obtener la autorización ambiental y archiva el proyecto.
Paralelamente, la plataforma vecinal y el PP de Cerdanyola tomaron la vía política y consiguieron que este miércoles el Parlament rechazara crear un nuevo vertedero en el municipio.
Según el director de la ACR, el vertedero en Can Fatjó "ya es historia". Puigfel ha declinado hacer declaraciones a este diario.
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