Un precedente para reavivar la memoria
Hasan Nuhanovic lleva casi dos décadas pidiendo justicia para sus muertos. Conoce los tribunales y sabe que la justicia requiere tiempo. Sin embargo, ayer la victoria le cogió desprevenido. "No lo esperaba, creí que perderíamos de nuevo", dijo, al saber que los jueces holandeses señalaban al Estado como responsable directo del asesinato de su padre y hermano.
Durante tres años, él trabajó para la ONU en Bosnia y ayudó a los cascos azules como traductor y guía. Cuando las tropas serbobosnias entraron en Srebrenica, llevó a su familia a la base holandesa. Le pareció el lugar más seguro. Incluso le dijo a su hermano, Mohamed, que no huyera a las montañas con sus amigos. Irónicamente, muchos de ellos sobrevivieron al genocidio posterior. Por el contrario, su padre, Ibro, su madre, Nasiha, y el propio Mohamed perecieron. Con el tiempo, Hasan pudo reconstruir sus últimas horas.
Lo más probable es que los dos hombres fueran llevados a morir a un campo de fútbol, junto con otros 4.000 musulmanes bosnios. Nasiha Nuhanovic fue encarcelada y asesinada el mismo día en la prisión. Aún no había cumplido 50 años. Su cuerpo apareció en un basurero. Los tres están ya enterrados, pero Hasan, huérfano, no ha dejado de luchar por ellos.
También por el resto de las víctimas del genocidio. En cierto modo, el antiguo traductor se ha convertido en una especie de ONG particular. Empeñado en que la memoria de Srebrenica no desaparezca, aseguró ayer que "la pelea continúa". "Este es el más duro de los casos que llevo entre manos, y vamos por el buen camino", explicó.
"Por fin se ha sentado un precedente. La justicia holandesa ha probado su independencia", añadió desde Srebrenica, su alcalde, Camil Durakovic.
Los representantes de los cascos azules holandeses encajaron asimismo un golpe. Leen Noordzij, su portavoz, optó por la corrección política al dar su opinión. "La sentencia afecta al Estado, y al batallón de Srebrenica de forma indirecta. Pero supongo que tendrá consecuencias para otros casos", dijo. El pasado junio, en el Día de los Veteranos, se incluyó a un grupo de soldados holandeses que vivió el sitio de Srebrenica. Era la primera vez que aparecían en el homenaje a los militares de todas las guerras.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.