Objetivo: seguir siendo imprescindibles

El objetivo común de los dos principales partidos nacionalistas, PNV y CiU, es siempre que en el Congreso no haya mayorías absolutas. Y en este momento todos sus movimientos están encaminados a que, tras las elecciones generales, el PP, probable ganador según todas las encuestas, necesite su apoyo para poder gobernar.

Tanto CiU como PNV dicen no tener claro si les interesa más que las elecciones sean en otoño o en marzo de 2012. Es decir, si hay alguna posibilidad de que el PSOE remonte con más tiempo por delante o si, por el contrario, el deterioro aumentará hasta dejar al PP con mayoría absoluta.

Fuentes de los nacionalistas catalanes explican que Josep Antoni Duran, su portavoz, tiene previsto reiterar su tesis de que Zapatero debe terminar las reformas económicas en marcha y luego convocar elecciones. El portavoz de CiU volverá a hacer un discurso basado en propuestas, algunas de ellas incluidas en reformas que están en marcha y pendientes de discusión, como la ley de negociación colectiva que debe plasmar el acuerdo que le permitió al Gobierno convalidar in extremis el decreto el pasado miércoles. CiU busca, además, la complicidad del Gobierno central con el de la Generalitat para obtener algunos traspasos y, sobre todo, para hacer frente a los problemas financieros, con varios fondos pendientes de liquidar a favor de Cataluña.

Sobre el PNV están puestas todas las miradas para dilucidar si habrá elecciones anticipadas. Los nacionalistas vascos han sustentado en los últimos años al Gobierno de Zapatero en la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. En su mano está ahora repetir esa votación o abrir el camino del final de la legislatura.

El PNV acaba de conseguir un acuerdo para nuevas transferencias y su lógica tiene más que ver con el deseo de debilitar en lo posible al lehendakari, el socialista Patxi López, para recuperar el Gobierno vasco. Cada transferencia que consigue para el País Vasco desde la oposición la considera un paso más en ese proceso, porque puede vender políticamente que logra más competencias para Euskadi que el propio Ejecutivo autónomo, aunque este sea del mismo signo político que el central.

En todo caso, tanto Duran como Josu Erkoreka, portavoz del PNV, harán como en los últimos debates una dura crítica a Zapatero por su gestión de la crisis. Y ambos volverán a propiciar en julio con su abstención la aprobación del techo de gasto, independientemente de cuál sea luego su voto a los Presupuestos.