Las pirámides de la discordia
El arquitecto lanza una teoría sobre la construcción de los templos egipcios
Antonio García Vereda es el arquitecto conservador del Congreso de los Diputados. Pero esta condición, ahora, no es la principal. Sobre todo, una vez que ya las grandes obras (él es autor de la segunda ampliación, la de la esquina que asoma a la Carrera de San Jerónimo) pasaron a mejor vida. Estamos aquí por otra razón. La segunda gran pasión del arquitecto está en otra parte. A miles de kilómetros, en Egipto, en sus pirámides que ha visitado unas 30 veces.
García Vereda (Madrid, 1943) propone una nueva teoría sobre el método de construcción de los mayores monumentos de la humanidad en cuanto a volumen. Y que ahora sale publicada en el libro Constructores de montañas. Estudio sobre la construcción de las pirámides egipcias, que él mismo ha editado. No es la primera vez que edita la obra, pero sí la primera que se vende en librerías. Antes solo lo había repartido en círculos restringidos. Él cree que es imposible que las pirámides se realizaran por pisos, de la misma forma que no le cuadra que las piedras fueran transportadas por hombres a través de una rampa, que es la teoría más difundida. Está convencido de que las pirámides egipcias se levantaron por capas envolventes de forma que cuando se muere el faraón se termina.
Según su estudio, las tumbas fueron construidas por capas envolventes
El arquitecto hace un poco de historia para ponerlo en contexto: "Las pirámides tienen de 4.700 a 5.000 años, estamos por lo tanto en el Neolítico, en una época en la que no había ni hierro, solo bronce, tampoco caballos (aparecen 1.000 años después), ni camellos, ni esclavos para acarrear con la piedra (solo había esclavos de guerra, pero entonces no había grandes conflictos). Solo había bueyes y gente, y poca madera para la rampa, particularmente palmeras y frutales, que para colmo no son muy resistentes".
Las pirámides, como se sabe, están destinadas a ser las tumbas del faraón, empiezan durante su reinado y se acaban a su muerte. García Vereda dice que, según sus cálculos, en bastantes ocasiones no hubiera dado tiempo a terminarlas construyéndolas piso a piso. "Nadie sabe cuándo se va a morir, opino que tendría que haber algunas pirámides inconclusas porque no les hubiera dado tiempo a terminar y resulta que no existe ninguna inacabada".
Como ejemplo pone la pirámide de Keops, un faraón que reinó unos 22-23 años. Para su templo, calcula el arquitecto, se necesitaron 2.650 millones de bloques de piedra caliza que pesaban seis millones de toneladas. "Si estas se dividen entre la veintena de años que tuvieron para construirlas, tendrían que haber colocado diariamente 720 bloques de piedra, lo cual es prácticamente imposible incluso hoy en día", subraya. "Es inviable, primero, por el volumen, no hay grúas de ese tamaño, y, segundo, porque hubieran necesitado trabajar simultáneamente durante 10 horas, a 72 bloques por hora". Así que la única forma de que sea una pirámide es el crecimiento por capas. Siguiendo con Keops: "Necesitó 211 capas, que en 22 años que suman más o menos 260 meses, sale a cinco o seis semanas por capa, lo cual es factible. A esto se añade que la momificación duraba entre 8 y 10 semanas, por lo que les daba tiempo para terminar su pirámide".
El estudio de García Vereda ha sido realizado sobre los 14 templos funerarios mejor conservados hoy día, entre otros Kefrén, Neferirkare, Niuserre, además del de Keops. El arquitecto dice que ya en la tesis doctoral que hizo en 1974 demostraba por qué no se podían construir por pisos, así que con este libro cierra el círculo.
Por lo demás, en su faceta de arquitecto conservador del Congreso, explica que los próximos trabajos previstos en esa mole de 77.000 metros cuadrados no son de gran entidad: arreglar el vestíbulo, retocar algún despacho... "Soy como un médico de familia, digo lo que hay que hacer, a veces lo hago y otras veces no".
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