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El 15-M en Barcelona condena la violencia pero no hace autocrítica

La ocupación de la plaza de Catalunya "no se puede permitir mucho más tiempo", advierte Puig - En libertad los seis detenidos en el Parlament

"Como todo el mundo sabe, rechazamos la violencia", leyó ayer una miembro del movimiento 15-M en Barcelona. Los indignados se desmarcaron así de los disturbios el miércoles contra algunos diputados que intentaban entrar al Parlamento catalán. Pero rechazaron cualquier culpa ante lo ocurrido. "No nos sentimos representados por estas acciones y, por tanto, no nos hacemos responsables de las mismas", aseguró esa misma persona, en la primera comparecencia pública tras los incidentes.

"No puedo ser crítico con algo que no he hecho, no he promovido, ni he coordinado", respondió a preguntas de los periodistas una de los tres indignados que participó en la rueda, convocada oficialmente por Acampada Barcelona, aunque señaló que hablaba a título individual porque nadie les representa. "No se promovió una acción violenta ni la parada real del Parlamento", añadió otro miembro del movimiento, en nombre de la comisión jurídica de los indignados. Días antes, en otra convocatoria de prensa, aseguraron que su objetivo era impedir la entrada de los diputados para que no pudiesen votar los Presupuestos. Impedir el funcionamiento de los Parlamentos es un delito, algo que el consejero de Interior, Felip Puig, ha asegurado que perseguirá.

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Puig advirtió también ayer que la ocupación de la plaza de Catalunya, que continúa a pesar de la decisión de la asamblea de abandonarla, "no se puede permitir mucho más tiempo". El consejero reclamó "reflexión" porque "el nivel de utilización del espacio público está evitando que miles o millones de ciudadanos puedan ejercer su derecho de disfrutar del espacio comunitario", informa Europa Press.

Durante los disturbios en el Parlament, los Mossos d'Esquadra detuvieron a seis personas por desobediencia y resistencia a la autoridad. Todas ellas han quedado en libertad con cargos. Un séptimo manifestante, menor de edad, también fue arrestado y puesto a disposición de la fiscalía de menores. Todos ellos afrontarán penas menores.

Los que pueden tener verdaderos problemas son los que hayan cometido los delitos contra las instituciones del Estado. El Departamento de Interior asegura que ha identificado, hasta ahora, a 10 personas que podrían haber participado en los disturbios.La policía autonómica está estudiando las imágenes del cerco al Parlament con el objetivo de remitir todo el material a la fiscalía, que lleva a cabo la investigación de lo que pasó el miércoles.

El dispositivo ha generado muchas críticas. Incluso se ha cuestionado si la propia policía instigó la violencia. Puig anunció el jueves que estudia si denunciar al histórico activista y presidente de la asociación Justícia i Pau, Arcadi Oliveres, por difamación contra los Mossos.

En un manifiesto hecho público ayer, 15 intelectuales y juristas, entre ellos el ex fiscal anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo, el catedrático de Sociología de la UOC Manel Castells y los escritores Maruja Torres y José Luis Sampedro, cierran filas en torno a Oliveres.

Bajo el lema Nosotros también somos Arcadi Oliveres, aseguran que suscriben íntegramente lo dicho por él en "uso de su libertad de expresión" y que, por tanto, cualquier procedimiento judicial "debería hacerse extensivo" también a ellos.

Oliveres insinuó que mossos de paisano podían estar detrás de una parte de la violencia del miércoles ante el Parlamento. "No porque esta vez tenga ninguna información, sino porque en actos anteriores se han producido situaciones similares", aseguró el activista, en referencia a una denuncia que se presentó hace años contra el Cuerpo Nacional de Policía.

Estigmatizar el 15-M

Mientras, los indignados quitan hierro a lo que pasó frente al Parlament. "Se están sobredimensionando" los incidentes para desviar la atención de los problemas reales, aseguró el movimiento. A su entender, hay un intento de "estigmatizar" a los indignados para justificar la "represión policial" contra ellos. "Las camisas manchadas de unos pocos políticos parecen más que los 40 heridos", lamentaron, en referencia a los contusionados en la operación policial.

La vista está puesta ahora en la manifestación de mañana, que saldrá a las cinco de la tarde de la plaza de Catalunya y se prevé que acabe en el parque de la Ciutadella. "Contamos con el apoyo de más de 100 pueblos y 22 barrios de la ciudad", aseguraron los indignados.

La portavoz de la coalición de ecosocialista ICV-EUiA, Laia Ortiz, llamó a la ciudadanía a participar en la marcha. La convocatoria se prevé pacífica, según fuentes policiales.

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