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El juez evita imponer una fianza al jefe Anticorrupción de la policía

El juez Joaquín Aguirre mantiene viva su cruzada contra mandos de los Mossos d'Esquadra, a los que acusa de ocultarle datos en una investigación sobre una banda de narcos. Tras una espera de dos semanas desde que declaró como imputado, el jefe de Anticorrupción de la policía catalana, Antoni Salleras, supo ayer que Aguirre mantiene los cargos contra él. No le ha impuesto, sin embargo, ninguna fianza para eludir la prisión como había solicitado la acusación popular que ejerce el sindicato Manos Limpias.

En su auto, el juez aprecia 13 indicios de criminalidad contra el subinspector. Aguirre denuncia que la unidad dirigida por Salleras no transcribió ni remitió al juzgado conversaciones telefónicas que revelaban la existencia de una trama de traficantes en la que estaba implicado Manuel Gutiérrez Carbajo, confidente policial. La presencia de Carbajo en el caso es clave, ya que su testimonio permitió a los Mossos destapar una trama de corrupción que afecta a mandos del Cuerpo Nacional de Policía ligados a los prostíbulos Riviera y Saratoga, en Castelldefels.

Salleras y otros cinco mossos de su unidad, también imputados, "no dieron importancia" a la relación entre Carbajo y dos presuntos traficantes "pese a haber captado conversaciones muy sospechosas". El titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona también cree que los Mossos no exploraron llamadas en las que aparece Josep Ranea, un mando de los Mossos imputado en la causa por aceptar dádivas de la banda a cambio de información.

Sin medidas cautelares

Ante la supuesta inacción de los Mossos, el juez encargó el caso a la división de asuntos internos del cuerpo, que observó un encuentro entre Salleras y Ranea, en junio de 2010. De esa charla se "deduce", dice el juez, que el jefe de Anticorrupción "pudo haberle dado información de estas diligencias". De ahí que uno de los seis delitos que le imputa sea el de revelación de secretos.

La "gravedad" de los hechos hacía "pertinente" la petición de Manos Limpias. Aguirre, sin embargo, no acuerda ninguna medida cautelar contra Salleras porque considera que no existe riesgo de que se dé a la fuga ni de que destruya pruebas, argumentos que esgrimía la acusación popular para pedir la prisión provisional eludible con fianza. La fiscalía, por el contrario, había solicitado el archivo de la causa contra Salleras y su equipo.

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