Barreda suspende el traspaso de poderes por la "deslealtad" del PP
Castilla-La Mancha cree que los populares tratan de alarmar sobre las cuentas para justificar próximos recortes - El déficit regional supera ya el tope anual
La cuerda ya tensa entre PSOE y PP en Castilla-La Mancha, el bastión socialista con el que los populares se van a hacer por primera vez en tres décadas, se rompió ayer. El consejero de Presidencia de la Junta, Santiago Moreno, anunció que las reuniones de traspaso de poderes entre los equipos de ambos partidos quedan suspendidas ante la "deslealtad" del PP, que la víspera había extendido la alarma sobre las cuentas públicas de la comunidad asegurando que esta se encuentra en "quiebra total".
Moreno alegó que los datos que maneja el PP, "absolutamente falsos", forman parte de una estrategia alarmista para justificar decisiones "traumáticas" y "recortes futuros" que podría tomar el próximo Gobierno de María Dolores de Cospedal, que sustituirá al socialista José María Barreda en la presidencia. "No nos merecemos este trato, ni nosotros ni los castellanomanchegos", protestó el consejero en declaraciones a Efe. "La lealtad debe darse en dos direcciones: si una parte la rompe, no se puede mantener", abundó la vicepresidenta y consejera de Economía y Hacienda, María Luisa Araújo.
El Gobierno en funciones se reunirá mañana para analizar la situación
El traspaso de poderes, que se realizaba desde hace 11 días -y culminará con la sesión de investidura el próximo día 16-, iba a proseguir mañana con dos reuniones en las consejerías de Ordenación del Territorio y Vivienda y de Salud y Bienestar Social. En su lugar, se celebrará un encuentro de todos los consejeros en funciones para estudiar la situación de alarma generada. Moreno afirmó que tras esa reunión volverá a ponerse en contacto con el número dos de Cospedal, Vicente Tirado, que fue quien el viernes soltó la liebre sosteniendo que en Castilla-La Mancha no hay dinero ni para pagar los sueldos de los funcionarios el mes que viene.
Esa afirmación la hace el PP sin datos oficiales que la sostengan. Es una "estimación" que los populares extraen de un hecho: desde el 22-M decenas de empresarios y Ayuntamientos se han puesto en contacto con el PP de Castilla-La Mancha para exigir al próximo Gobierno el pago de facturas "que llevan meses sin cobrar", según la explicación que dio ayer a este periódico Marcial Marín, coordinador de Economía de los populares. "De lo que nos cuentan esas empresas, y de contactos que tenemos nosotros dentro de la Junta, que nos pasan información extraoficial, hemos hecho una estimación para toda la comunidad. Si no hay dinero para pagar a las empresas, tampoco lo habrá para pagar a los funcionarios, ¿no?", argumenta este responsable. El consejero de Presidencia asegura que, en la primera reunión con el PP, él mismo les dijo que las nóminas de los funcionarios están aseguradas.
Haya o no dinero para nóminas, la situación financiera de Castilla-La Mancha es muy apurada. En 2010 cerró el ejercicio con un déficit -la diferencia entre lo que ingresa y lo que gasta- superior a 2.000 millones, un 6,47% del PIB. El mayor de todas las comunidades y casi el triple de lo autorizado por el Gobierno central. En los tres primeros meses de este año, el déficit fue de 350 millones (0,9%), y en abril pegó un salto brutal hasta alcanzar los 640 millones, según confirmó ayer la consejera de Hacienda. Eso quiere decir que Castilla-La Mancha ya tiene, en los primeros cuatro meses de 2011, un déficit del 1,74% del PIB, cuando el tope fijado por el Ejecutivo para todo el año es de 473 millones (1,3%).
Gasta más de lo que ingresa y no puede recurrir a la deuda para ganar tiempo, porque Castilla-La Mancha es una de las seis comunidades -junto a Cataluña, Comunidad Valenciana, Andalucía, Baleares y Extremadura- a las que el Ministerio de Economía y Hacienda no ha autorizado a seguir endeudándose a largo plazo por el momento. "Estamos igual que todas, nuestra situación es idéntica", subraya Araújo.
El pasado viernes, María Dolores de Cospedal, futura presidenta de la Junta, reunió a su grupo parlamentario para analizar la situación que se van a encontrar. Concluyeron -sin datos oficiales- que esa situación sería dramática. Y Vicente Tirado, su hombre de confianza, lo soltó tal cual en la conferencia de prensa posterior: la comunidad, dijo, está en "quiebra total". Dolores de Cospedal autorizó a Tirado a expresarse en esos términos, aunque ella no planea pronunciarse públicamente hasta que sea investida presidenta, según su entorno.
CC OO, uno de los sindicatos mayoritarios en el sector de la Función Pública de Castilla-La Mancha, no quiso ayer valorar las palabras del número dos del PP castellanomanchego. "No sabemos a qué vienen ni en qué se sustentan", dijo un responsable.
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