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El padre juzgado por la muerte de su bebé dice que fue un accidente

El hombre acusado de la muerte de su hijo, un bebé de 27 días, golpeándolo contra el suelo porque no dejaba de llorar, aseguró ayer en el juicio en la Audiencia de Girona que se le cayó de las manos y que en ningún caso tenía intención de quitarle la vida.

Los hechos ocurrieron en diciembre de 2009 en Platja d'Aro (Baix Empordà) y el fiscal solicita para el procesado, Alejandro S., de 24 años y de origen cubano, 18 años de cárcel por un delito de asesinato con traición y agravante de parentesco. La defensa, que mantiene que se trató de un accidente, pide la absolución y, alternativamente, en caso que se le condene, solicita homicidio imprudente.

En su declaración ante el tribunal, el acusado relató, visiblemente afectado, que el día de los hechos se quedó solo en su domicilio porque su pareja y madre de la criatura salió a comprar. El hombre dio un biberón al bebé y lo dejó tumbado mientras utilizaba el ordenador, pero como el niño empezó a llorar lo cogió para calmarlo y, como había hecho en otras ocasiones, lo levantó hacia arriba, con tan mala suerte que no vio que había una viga y, al darse cuenta de que el pequeño se golpeaba la cabeza, se asustó, tropezó y el bebé se le cayó al suelo y se golpeó la cabeza de nuevo.

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El procesado ha explicado que mojó al niño con agua y que le intentó reanimar poniéndole crema en un morado que se le iba formando en el cráneo. Mandó un SMS a su pareja diciéndole que regresara rápido. Al llegar la mujer fueron a casa de los vecinos para pedir una ambulancia, pero cuando los sanitarios llegaron el bebé había muerto.

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