"Los Mossos no dieron el primer paso"
Puig culpa, en contra de las imágenes, a los acampados de iniciar la violencia- Mas pide "reflexión" ante la ocupación de la plaza de Catalunya
A las diez de la mañana de ayer, el consejero de Interior, Felip Puig, era objeto de miradas y cámaras en el Parlamento catalán. La carga de los Mossos d'Esquadra el viernes pasado contra los acampados en la plaza de Catalunya le ha puesto en el disparadero. "La policía no dio el primer paso", dijo Puig, en referencia al origen de la confrontación que llevó a la carga. Y culpó a unos cuantos de hacerlo. Hay algunas personas que "quieren usar la violencia y ellas y no la policía originaron la confrontación", dijo. Las imágenes de lo sucedido, sin embargo, muestran a centenares de personas sentadas en el suelo, con las manos en alto, y los agentes despejando la zona a golpe de porra.
Puig comparecerá el miércoles ante la comisión de Interior para rendir cuentas
En la respuesta a tres preguntas parlamentarias casi calcadas formuladas por PSC, ERC e ICV-EUiA, Puig repitió los argumentos defendidos desde la intervención policial en la plaza. "Se actuó de acuerdo con los alcaldes, por una cuestión de limpieza y salud pública e higiene, y para prevenir riesgos en el supuesto de victoria del Barça", explicó ayer en la Cámara. El titular de Interior dijo que su intención nunca fue "desalojar el espacio público".
"¿Es el Departamento de Interior el responsable de determinar el grado de salubridad en un espacio público?", le preguntó el diputado socialista Joaquim Llena, que fue el primero en preguntar por la operación en la plaza de Catalunya. Llena, además, afeó al consejero que usase "helicópteros y antidisturbios para hacerlo". Llena tachó ayer la operación de "inadecuada, temeraria, desafortunada y única en todo el Estado". "Por el mundo ha paseado una imagen de descrédito de nuestra ciudad", añadió.Ante las críticas, Puig recordó que está llevando a cabo una "revisión crítica de la operación", en la que se está evaluando la planificación, la hora, el número de efectivos, la coordinación con la Guardia Urbana, los métodos de defensa y contención y la actuación de los concentrados. Está previsto que el miércoles de la semana que viene comparezca en la comisión de Interior para rendir cuentas específicamente de la carga, que acabó con 121 heridos (37 de ellos, mossos).
La situación de la ocupación de la plaza puede traer cola y llevar a futuras intervenciones. Los acampados decidieron ayer a las 23.30, tras más de dos horas de debate, quedarse en la plaza de Catalunya. Los indignados aprobaron permanecer al menos hasta el domingo. La asamblea decidió que cada domingo se votará de nuevo la continuidad de la acampada. Todo apunta a que los indignados no tienen previsto irse en breve de la plaza de Catalunya.
Pero más allá de la continuidad del movimiento 15-M y del resultado del informe interno de la operación policial, Puig reiteró ayer que no tiene previsto dejar su puesto en el Gobierno. "El presidente [Artur Mas] tiene mi cargo a su disposición desde mi nombramiento", dijo, pero añadió acto seguido que no está dentro de sus "cálculos" dimitir. El portavoz de ICV-EUiA en la comisión del área, Jaume Bosch, le reprochó ayer que la actuación policial del viernes esté siendo investigada por el Síndic de Greuges y por el Comité Europeo para la prevención de la Tortura, y que se llevó a cabo a pesar de las advertencias de la división de Información y de la Guardia Urbana.
"Pida disculpas a los heridos", le requirió el diputado de ERC Oriol Amorós. Y sacó a relucir una frase que el propio Puig dijo en contra de Joan Saura, cuando ocupaba su cargo: "El consejero de Interior busca culpables en los medios de comunicación para negar su propia incompetencia", un paralelismo que también utilizó Llena.
Fue entonces cuando el consejero catalán acusó a los acampados de haber empezado la violencia. Y aseguró que antes de llegar a las porras, los Mossos d'Esquadra trataron durante tres horas de establecer "diálogo" con ellos. Como no lo consiguieron, utilizaron "métodos previos" al uso de la fuerza para persuadir a los resistentes, también sin éxito. Ante las "acciones violentas que se estaban produciendo", indicó, cargaron.
Una carga "sin preaviso con personas sentadas en el suelo", y que, en definitiva, consiguió el "resultado contrario al que se buscaba", le espetó Bosch. "Teníamos claro que la gente volvería", se defendió Puig. "No era previsible que los acampados se comportasen como lo hicieron", añadió, esgrimiendo que "desestimaron mediadores".
El propio ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, apuntó ayer: "se tienen que hacer las cosas bien" porque, de lo contrario, el resultado de actuar puede ser "mucho peor", en referencia a la actuación de los Mossos. Rubalcaba, que intervino en una entrevista en la cadena Ser, tiene que decidir si la policía desaloja o no la acampada de la Puerta de Sol.
"¿Es admisible en una sociedad democrática que determinados grupos ocupen determinados lugares públicos y los hagan suyos sin límite de tiempo?", intervino también ayer el presidente de la Generalitat, Artur Mas, que admitió que "cuesta mucho encontrar los puntos de equilibrios justos". A su entender, hace falta "reflexión" sobre la ocupación de la plaza de Catalunya, que dura ya 17 días. "La inmensa mayoría son gente seguramente pacífica", dijo el presidente de la Generalitat. "Pero no me diga que todo el mundo sin excepción se comportó de manera pacífica. Es faltar a la verdad", respondió al diputado de Solidaritat Catalana per la Independència, Uriel Bertran.
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