Los indignados deciden continuar con la protesta
El director de la policía defiende la actuación en la plaza de Catalunya
La acampada en la plaza de Catalunya de Barcelona continuará. La asamblea de los indignados decidió anoche, pasadas las once, proseguir con la protesta hasta al menos mañana, martes. Entonces se votará de nuevo si levantan el campamento o lo mantienen.
Mientras, los Mossos d'Esquadra, que cargaron contra los indignados en lo que calificaron como una "operación de limpieza" de la plaza, destacaron ayer la "colaboración" de los acampados para garantizar el orden público durante la celebración de la victoria futbolística el sábado por la noche. El director general de la policía, Manel Prat, aseguró ayer que coordinó la protección de los indignados con un portavoz, pero estos lo desmintieron rotundamente y afirmaron que fueron ellos los que montaron su dispositivo para protegerse de las cargas policiales contra los alborotadores esa noche.Los acampados aseguran que fueron los Mossos los que intentaron reventar ese cordón de seguridad cuando cargaron contra los alborotadores que festejaban la victoria del Barça, aunque los agentes retrocedieron finalmente al ver que centenares de personas sentadas en el suelo blindaban a los acampados.
Por el contrario, el director general de la policía, Manel Prat, sostiene que "se hicieron operaciones de microcirugía, puntual y muy selectiva", en la plaza de Catalunya. En su opinión, los indignados cambiaron de actitud y entendieron la peligrosidad de tener almacenados algunos objetos en el campamento, lo que le sirvió para justificar la carga policial del viernes, que se saldó con 121 heridos, cuatro de ellos graves.
Más allá de esas interpretaciones, lo que nadie cuestiona es que el sábado por la noche se superó la prueba de fuego que suponía la celebración de la victoria del Barça en el centro de la ciudad mientras los acampados continuaban con su acción.Unas 40.000 personas se echaron a la calle para festejar la cuarta Champions y una parte de ellos quedó diluida en el Arc de Triomf. Los incidentes se prolongaron hasta casi las cinco de la madrugada de ayer. El resultado fue de 111 detenidos por desórdenes públicos, lanzamiento de objetos, daños en el mobiliario urbano y atentado contra agentes de la autoridad. Es una cifra "similar" a la de la celebración de la Champions de 2008, dijo Prat. La mayoría de los arrestados tienen entre 17 y 25 años, y son de nacionalidad española. Nueve de ellos tienen antecedentes policiales por delitos comunes y 17 por actos violentos. También hubo 132 heridos, casi todos con contusiones leves. Entre ellos 37 agentes, de los que solo uno fue trasladado a un hospital, pero su estado no revestía ninguna gravedad.
El director general de la policía alabó "la gran diligencia y profesionalidad" con que actuaron los agentes del cuerpo, "en especial la Brigada Móvil", precisó. Es así como se denomina a los antidisturbios de los Mossos d'Esquadra, los que cargaron el pasado viernes en la plaza de Catalunya, que han protagonizado otras actuaciones de especial contundencia en los últimos años. La más sonada fue la carga de 2009 contra los estudiantes que protestaban por el plan Bolonia, que acabó costando el cargo al entonces director de la policía, Rafael Olmos.
A las críticas a la carga policial se sumó incluso el alcalde electo de Barcelona, Xavier Trias, compañero de partido del consejero Felip Puig. La policía ha de actuar de manera proporcionada, recordó Trias. "No sé si lo hicieron. Lo que sí sé es que el resultado que se consiguió fue absolutamente contrario al que se perseguía. Hemos de reflexionar", dijo a la cadena SER.
La asociación progresista Jueces para la Democracia también considera que "los medios empleados por la policía (...) resultan un insulto para un Estado social y de derecho que debería tutelar el derecho de las personas a utilizar la vía pública".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.