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"Ahora Saltana es libre para elegir su futuro"

"Tengo la conciencia muy tranquila. No me arrepiento de nada de lo que hice. Saltana no es saharaui, como dice la sentencia, sino mauritana. Pero lo más importante es que ya es mayor de edad y libre para elegir su futuro. Nunca la hemos condicionado". Así se expresa Rosa María Sánchez, de Cartagena (Murcia), tras conocer la decisión del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, que argumenta que durante dos años la niña Saltana estuvo en situación irregular en España. Sánchez y su marido acogen en su casa de Cartagena a la joven desde 2002, cuando llegó con el programa de vacaciones de niños saharauis. Además de Sánchez y su marido, esta familia está compuesta por otros dos hijos. "¿Alguien se puede creer que haya hecho todo esto por un capricho teniendo dos niños?", se pregunta.

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Sánchez mantiene que desde que llegó Saltana siempre ha permanecido en España de forma legal: "Vino con un pasaporte colectivo, al igual que han hecho miles de niños. Después, los saharauis le dieron permiso para que se quedara para curarse, tenía una enfermedad hepática", recuerda esta mujer, que teme que esta nueva decisión judicial sea un foco de inestabilidad para la joven.

La menor llegó a Cartagena enferma. Además de hepatitis sufría anemia. "Estaba en un estado evidente de desnutrición. Nos dijo que realmente no vivía con su madre desde hacía tres años. La realidad era que su madre, mauritana, no quiso saber nada de Saltana hasta 2004", dice Sánchez.

Por eso, esta mujer viajó a los campamentos de Tinduf y, según cuenta, pudo comprobar que todo lo que Saltana contaba era cierto: "La niña, antes de llegar a Cartagena no vivía con su madre, sino con una familia de raza diferente". La propia Saltana aseguró hace cuatro años a EL PAÍS que en Mauritania vivía con su tío. "Un día llegó una mujer y mi madre me dijo que me fuera con ella. Cuando llegué a Tinduf me dijeron que tenía que levantarme muy temprano y hacer las tareas de casa. El resto de niños de esa familia iba a clase. Me pegaban y no me daban de comer cuando no tenían suficiente. Siempre era la última para todo", contaba.

Martínez afirma, además, que nunca ha sido parte del proceso judicial. Tampoco le ha sido concedida audiencia ni traslado alguno. Sostiene que es "incierto" que la madre biológica de Saltana reclamara antes de 2006 su restitución: "Quien lo hizo fue otra persona, que es la que falsamente envió a España a la entonces menor falseando su filiación".

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