CiU barre en Cataluña
Trias gana en Barcelona, pero le faltan seis ediles para la mayoría absoluta - La izquierda pierde en la Diputación de Barcelona - El PSC mantiene Lleida, pierde Girona y pugna por Tarragona - El discurso xenófobo da Badalona al PP
Convergència i Unió (CiU) conquistó anoche la alcaldía de Barcelona y, de paso, obtuvo -al menos así lo consideran los nacionalistas- el aval de las urnas a los recortes sociales de Artur Mas. El día más redondo para CiU desde su vuelta al Gobierno catalán dio para encumbrar a Xavier Trias hasta una alcaldía que se les resistía desde 1979, para superar a los socialistas en el conjunto de Cataluña y para echar al PSC -pactos mediante- de la poderosa y hasta ahora inexpugnable Diputación de Barcelona: el éxtasis nacionalista en estado puro pese al notable avance del PP.
Trias hizo buenas las encuestas que le vaticinaban la victoria, pero ahora deberá demostrar que es capaz de pactar, pues los 15 concejales que le dieron los ciudadanos se quedan lejos de los 21 necesarios para tener la mayoría absoluta. Solo el PSC, que se quedó con 11 concejales, y el PP, que subió hasta ocho, podrían darle el apoyo que le falta. Con un PSC que tardará mucho tiempo en salir del agujero, la opción del PP parece la más probable, sobre todo teniendo en cuenta la más que probable victoria del PP en las próximas generales. Por si acaso, Trias no quiso cerrarse puertas ayer y llamó rápidamente tanto al derrotado Jordi Hereu como al candidato del PP, Alberto Fernández Díaz. "Quiero gobernar con todos y para todos", dijo antes de repetir que su objetivo es gobernar a base de pactos ocasionales. De momento, nadie en CiU parece dispuesto a querer compartir fotografía con el PP. Ya se verá después de las generales.
El hundimiento socialista hace prever un congreso envenenado
El PP catalán supera a ERC y allana el camino a Rajoy
La gran victoria de CiU fue utilizada por Artur Mas para atribuirse el apoyo de "la gente con sentido común y madurez que no es prisionera de los discursos de demagogia y la hipocresía". Los recortes que estoy haciendo son necesarios y la gente los entiende, vino a decir.
Todo esto pillará al Partit dels Socialistes y también a Esquerra Republicana de Catalunya en la indigencia política más absoluta. La oleada azul alcanzó cinco de los 10 distritos de Barcelona y muchos puntos del área metropolitana. El discurso xenófobo del PP logró la victoria en Badalona. Es el mejor resultado de la historia del PP catalán en unas municipales, lo que allana a Mariano Rajoy el camino a La Moncloa. De hecho, casi no queda rastro de mayorías absolutas socialistas en el área metropolitana más allá de Cornellà de Llobregat.
Un apesadumbrado Hereu compareció para admitir que en Barcelona han ganado las ganas "de cambio". El todavía alcalde dejó abierto si piensa o no ejercer como jefe de la oposición. Todo ello con permiso de la tormenta perfecta que ya ha alcanzado al PSC y que desembocará en un congreso donde todo está abierto. Eso sí, la victoria inapelable de Àngel Ros en Lleida le sitúa en el mejor de los escenarios para dar el salto a la primera secretaría del partido. El sector catalanista del PSC, en minoría y sin liderazgos claros, se siente crecido para apoyar el cambio que significaría Ros.
Ayer ningún partido quiso amargarse la noche viendo cómo la xenófoba Plataforma per Catalunya salía de sus feudos para desembarcar en el área metropolitana. Solo el primer secretario del PSC, José Montilla, alertó del fenómeno, arraigado en Badalona de la mano del PP y en otras áreas con Plataforma per Catalunya. CiU, que ahora deberá luchar para no caer en una borrachera de poder, tendrá la responsabilidad de pararlo, al menos mientras el PSC no salga del agujero. Los indignados del Movimiento 15-M seguían anoche acampados en la plaza de Catalunya. A partir de hoy se verá qué queda de la comprensión que mostraron hacia este movimiento los partidos y sus candidatos en campaña electoral. De momento, una de sus herencias puede haber sido el voto blanco y nulo. Este último se triplicó en Barcelona en la jornada de ayer.
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