Los constructores claman contra los recortes en obra pública

Los empresarios de la construcción acudieron ayer a la inauguración del salón Construmat, en el recinto de Gran Via de Fira de Barcelona, con la reivindicación de que las Administraciones dejen de rebajar la inversión en obra pública. En una iniciativa insólita, los constructores pidieron a través del Manifiesto Construmat que los recortes no afecten al sector. El presidente de Construmat y consejero delegado de Comsa Emte, Josep Miarnau, aludió ayer al manifiesto que el sector preparó la semana pasada, aunque sin eludir la autocrítica. "Desde el sector se hubiera podido planificar mejor, pero no es el único responsable de la situación actual. Necesita un plan de apoyo para que vuelva a funcionar y para que el país funcione", afirmó.

Barcelona estudia asumir las cargas de proyectos parados a cambio de suelo

Curiosamente, ayer también un centenar de trabajadores de los sindicatos CC OO y UGT se manifestaron en el exterior pidiendo una mayor inversión pública para el sector. Las autoridades se esmeraron en aplaudir el trabajo de las empresas en momentos de crisis y las animaron a centrarse en la rehabilitación y en la internacionalización.

La secretaria de Estado de Vivienda, Beatriz Corredor, anunció que la Ley de Sostenibilidad en el Medio Urbano incluirá una ITV para edificios, de la que se viene hablando desde hace años sin mucha concreción. Será la Inspección Técnica de Edificios (ITE) y la deberán pasar los edificios de más de 40 años y con una periodicidad de cada 15. Corredor recordó que la mitad del parque de viviendas español tiene más de 30 años.

Desde el Ayuntamiento de Barcelona, el teniente de alcalde Ramon García-Bragado explicó que el Consistorio estudia "asumir las cargas en las fases de urbanización de proyectos que están parados por culpa de la crisis a cambio de techo edificable". Sería una opción para desencallar proyectos como los de Can Batlló y La Marina, aunque todavía están por pactar las compensaciones de unos y otros.

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, animó a los empresarios de la construcción a salir al extranjero, donde, dijo, "hay países que no tienen crisis ninguna". Mas también recordó que su Ejecutivo prepara una "macroley" para reducir la burocracia en todos los sectores.

Construmat permanecerá abierto hasta el próximo sábado, con la novedad de que el último día se abrirá al gran público. El salón cuenta con 1.318 empresas de 28 países, cifras muy parecidas a las de 2009, aunque la superficie expositiva es menor.