El temblor descoronó el símbolo de Lorca
El castillo medieval y dos de sus iglesias de mayor valor sufren graves daños - Cultura se apresura para asegurar el patrimonio histórico artístico
Es como las murallas para Ávila o la Alhambra para Granada. El símbolo de la ciudad. El castillo del siglo X que corona Lorca ha resultado muy dañado por el terremoto del pasado miércoles. Su torre medieval del Espolón, que se divisa a kilómetros de la localidad, se ha salvado de milagro pero ha quedado visiblemente perjudicada. Tanto, que ha obligado a cerrar el monumento al público y a iniciar inmediatamente labores de reparación. El Ministerio de Cultura y el Gobierno murciano se han lanzado a asegurar el patrimonio histórico artístico del municipio. "Lo primero son los damnificados, está claro. Pero estas construcciones suponen dinero y turismo. Repararlas es una inversión prioritaria para el municipio", afirmó ayer la directora general de Bellas Artes, María Ángeles Albert, desplazada desde Madrid para coordinar los trabajos.
Las sacudidas sufridas por el edificio han desmochado las almenas y vértices superiores de la torre dejándola descoronada y circundada por un mar de escombros. Uno de sus muros laterales de piedra presenta una grieta vertical en la que cabe un brazo. Su desplazamiento, además, ha provocado graves desperfectos en su interior. Sus bóvedas góticas se han partido debido a que las columnas que las sujetan se han deslizado desde su base, lo que obligará a apuntalar el edificio e iniciar trabajos de reconstrucción para asegurarlo que podrán durar varios meses. Y varios de los lienzos de la muralla árabe que la rodean se han desplomado monte abajo.
Algo parecido ha ocurrido en la capilla del Rosario, en la iglesia del Paso Blanco, sede de una de las cofradías más importantes de la Semana Santa de Lorca, uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad. Los movimientos laterales que sufrió han desgajado la parte superior de su cúpula como si fuera una cáscara de nuez, lo que podría provocar de un momento a otro su desplome, según el arquitecto encargado de asegurarla, Juan Carlos Cartagena. El temblor, además, ha provocado una enorme abertura en el arco que sujeta su bóveda principal, lo que ha obligado a apuntalarla de inmediato con un andamio. "Si no la sujetamos completamente en tres o cuatro días, la iglesia se viene abajo", explica el arquitecto, que lo que más teme es la lluvia. "Mojaría el yeso y lo engrasaría. No hay duda de que se desplomaría", advierte Cartagena desde el altar principal.
Hundida. Así ha quedado la iglesia de Santiago, del siglo XVII. Su fachada barroca y muros laterales no han sufrido daños, pero en su interior, el crucero principal se fue al suelo dejando los escombros a cielo abierto, y la parte posterior de su bóveda principal quedó colgando en el vacío. El campanario presenta grietas importantes que hacen que los técnicos teman por su estabilidad. "Este monumento tardará años en ser reconstruido y abierto al culto", explica a las puertas del templo el vicario de la diócesis de Cartagena, Antonio León, que recuerda que las 13 iglesias históricas de Lorca han sido cerradas tras el temblor.
El templo fue desalojado el miércoles inmediatamente después de sobrevivir al primer terremoto. En ese momento, decenas de niños que asistían a catequesis fueron conducidos a una plaza cercana en prevención de lo que pudiera ocurrir. "Esa idea fue un milagro", relata el religioso. "Si llegan a quedarse aquí, ahora nos enfrentaríamos a una tragedia de dimensiones infinitamente superiores".
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