El celador de Olot comentó a una compañera que estaba "harto de viejos"
Un buen trabajador que trataba muy bien a los ancianos, pero al que en los últimos tiempos se le veía más nervioso y que en una ocasión llegó a confesar a una compañera que quería dejar el trabajo porque estaba "harto de viejos". Este es el resumen de las declaraciones de los empleados de la residencia La Caritat de Olot, que ayer comparecieron ante el juez por los 11 crímenes de residentes del centro confesados por el celador Joan Vila.
"Era muy majo" y "trataba a los ancianos con mucho cariño", explicó una cuidadora. Otra afirmó que Vila era "supersimpático", que "ayudaba en todo". Carles Monguilod, abogado del celador, explicó que este ha sido trasladado a la cárcel de Figueres, que lleva "una vida normalizada" y que "no ha cambiado su versión de los hechos". Vila, de 46 años, afirmó que mató a los ancianos "porque les quería" y porque no quería verles sufrir.
La ronda de declaraciones, que comenzó ayer con 10 trabajadores del geriátrico y 2 nietos de una de las últimas víctimas del celador, finalizará el día 27 y por el juzgado pasarán 64 personas.
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