Pau Gasol, en el ojo del huracán

"Es como si el techo se nos cayera encima". Ni en su peor pesadilla habría recurrido Phil Jackson a semejante metáfora precisamente el día en que bajaba el telón de su inigualable carrera. A los 65 años, tras 21 temporadas en el banquillo y con los 11 anillos que le acreditan como el técnico con más títulos en la NBA, el maestro Zen tuvo que echar mano de su flema y poner buena cara tras la tempestuosa derrota (0-4, tras un 86-122 en el cuarto partido) ante los Mavericks de Dallas.

El naufragio de los Lakers fue absoluto. No faltaron reproches. "Dos jugadores no han mostrado la energía que precisaba el encuentro. Su juego ha sido deprimente. No han rendido como pienso que pueden rendir", afirmó Jackson. Se refiriera o no a Pau Gasol como uno de ellos, la prensa estadounidense no tiene dudas. El entrenador ya había dado una pista de manera descarada durante un par de tiempos muertos del tercer envite al abroncar a Pau y golpearle incluso en el pecho para llamarle la atención.

Firmó sus peores promedios en unos 'playoffs': 13,1 puntos y 7,8 rebotes

Que el pívot español no ha rendido a su nivel habitual es algo que él mismo reconoce. ¿Por qué? "Quiero aprender de ello. Simplemente, mirar atrás, ver lo que ha sucedido e intentar hacerlo mejor. Y, pase lo que pase dentro y fuera de la pista, intentar simplemente mantener nuestra línea y no dejar que nada nos afecte en la cancha".

La estadística es reveladora. Gasol ha firmado en los 10 partidos de los playoffs los peores promedios de su carrera: 13,1 puntos, 7,8 rebotes y 3,8 asistencias, es decir 6,5 puntos y 3,3 rebotes menos, por ejemplo, que en los del pasado curso. Parecido ha sido su descenso productivo respecto a la Liga regular.

Pero no ha sido, ni mucho menos, el único que ha bajado en su rendimiento. Kobe Bryant ha totalizado los peores números de sus 10 últimos años: 22,8 puntos y 3,4 rebotes.

Es de cajón que la prematura eliminación ante Dallas y la forma en que se ha producido supondrá cambios importantes en los Lakers. El primero es obligado: el del técnico. Brian Shaw es el que más fuerza ha cobrado como relevo de Jackson. Hasta ahora ejercía como su ayudante. Antiguo jugador de Boston, Orlando, Miami y finalmente los Lakers, Shaw, de 45 años, abominó del partido en que se confirmó la eliminación de su equipo: "Es triste porque nadie quería que Jackson acabase de esta manera. El resultado no es tan importante como la forma en que hemos jugado".

El desastre de los Lakers y el acierto de los Mavericks propició algunos récords: el único equipo que había logrado 20 triples en un partido de los playoffs, como esta vez Dallas, había sido Seattle en 1996. Además, Jason Terry, con nueve triples, igualó a Rex Chapman, Vince Carter y Ray Allen.

El hombre al que se dirigen ahora las miradas es Mitch Kupchak, el director ejecutivo de los Lakers. Él es quien debe decidir los cambios en la plantilla angelina. "Estoy decepcionado por Phil y los jugadores. No parecía el equipo que tuvimos en la cancha durante toda la temporada". Magic Johnson, legendario exjugador de los Lakers y ahora analista de una cadena de televisión, aconseja a Kupchak que haga una revolución, empezando por el traspaso de uno de sus pívots y el fichaje de Dwight Howard.

Los Lakers tienen a ocho jugadores con contrato que tendrán más de 30 años el próximo curso. "Dos son los problemas. Son demasiado lentos y no son demasiado atléticos. Y la NBA, ahora, es una Liga para jugadores muy atléticos", sentencia Johnson.