Bildu representa la continuidad

Gernika se adelantó hace cuatro años a la unidad abertzale que Bildu pretende trasladar ahora a otros Ayuntamientos vascos. EA ganó los comicios de 2007, arrebatando por vez primera al PNV una de sus plazas emblemáticas, pero necesitó de ANV para alcanzar la mayoría absoluta. Un entendimiento que, pese a los rifirrafes derivados de la acción conjunta no ha levantado tensiones en la gestión diaria de la villa. La coalición pretende reeditar ahora un entendimiento soberanista, bajo unas mismas siglas esta vez, al que las encuestas otorgan la alcaldía. Solo el PNV parece capaz de poner en entredicho su triunfo.

La emblemática localidad vizcaína ha asistido atónita a la incertidumbre generada en torno a Bildu. La anulación de sus listas por parte del Tribunal Supremo conmocionó a una población que no entendía por qué no podía respaldar el 22-M a dos de las tres principales fuerzas del municipio, las mismas que han gobernado en los cuatro últimos años. La tensión se mantuvo hasta última hora del jueves, cuando el Constitucional dio vía libre a la coalición y despejó las dudas en torno a una cita electoral que en Gernika hubiera resultado, cuando menos, extraña.

Solo el PNV parece capaz de poner en duda el triunfo de la alianza 'abertzale'

Un mandato ha bastado al equipo de José María Gorroño para escenificar el prometido lavado de cara de una localidad que en las últimas elecciones locales infligió un severo correctivo al PNV, partido al que los ciudadanos situaron como responsable del parón que sufría la localidad. Los nacionalistas vieron reducida a la mitad su representación en el consistorio. Desde entonces, la villa ha reservado sus calles más emblemáticas para el peatón gracias a una reforma urbanística que se ha extendido a los barrios.

El actual alcalde ha cumplido también su promesa de rebajar el precio del agua, una de las polémicas que más incidió en el desgaste del anterior equipo nacionalista. No ha completado, pero trabaja igualmente en su compromiso de revertir la apuesta inmobiliaria precedente con el impulso de nuevas actividades empresariales. Los contactos con el Ejecutivo vasco han resultado fluidos y han facilitado el impulso de una nueva área de generación cultural y económica en los terrenos de la antigua fábrica de armas Astra.

Ha sido la principal apuesta de EA como alternativa o complemento al proyecto de la Diputación vizcaína de abrir una ampliación del museo Guggenheim en Urdaibai, una iniciativa para la que no se ha tenido en cuenta la opinión de la Corporación y que ha provocado los mayores encontronazos con el PNV. La relación con la principal fuerza de la oposición en el Ayuntamiento no ha sido sencilla. Los peneuvistas acusan al equipo de gobierno municipal de no facilitar acuerdos, mientras que este niega haber usado el rodillo.

Los comicios se antojan fundamentales para una localidad clave en su comarca y que ha mantenido un color diferente a la Diputación y el Gobierno vasco. Un complejo escenario que no ha impedido proyectos pendientes de confirmación.