La onda expansiva de The Gift traspasa fronteras

"Hace 10 años, tocábamos en el Café La Palma ante un centenar de personas. Ahora, lo haremos en una sala en la que caben 2.300", dice Nuno Gonçalves, líder y compositor del grupo portugués The Gift. Las cosas han cambiado mucho en la última década para este grupo nacido en 1994, a caballo entre el pop y el rock indie. Cinco discos de los que vendieron unas 200.000 copias y premios como el MTV Europe Award (2005) o el Globo de Oro al mejor grupo portugués (2007) son datos más que respetables para una banda formada por cuatro amigos de la infancia de Alcobaça, localidad de 15.800 habitantes en el centro de Portugal. El grupo actúa el sábado 7 de mayo en el Teatro Circo Price, de Madrid, donde presentará Explode, su último disco.

Nuno Gonçalves (teclados), John Gonçalves (bajo), Sónia Tavares (voz) y Miguel Ribeiro (guitarra), entre los 33 y 36 años, habían hecho sus pinitos en grupos rockeros. "Sónia es la única que tiene estudios de música. El resto venimos de la escuela-garaje, de ensayar, pelear y pelear". La gira que arranca esta semana en Madrid continuará en Barcelona, Nueva York y Canadá, para regresar a España y Portugal. Explode es la mayor apuesta de su carrera. "El sonido de los Gift se basaba hasta ahora en tres elementos característicos: muchos músicos externos, cuerdas, metales, arpas, percusión, coros, que daban un carácter épico a la banda; la voz de Sónia era más melodramática y melancólica; y utilizábamos mucha programación rítmica", explica Nuno Gonçalves en el local de ensayo, un sótano de 45 metros cuadrados de la casa de sus padres. En este espacio, repleto de material electrónico, sintetizadores, ordenadores, teclados, guitarras, columnas de audio y cables por todas partes, The Gift prepara su gira transatlántica.

"Con Explode hemos utilizado el sonido propio del grupo y hemos grabado con un productor de reconocido prestigio como Ken Nelson, que trajo al mundo los Kings of Convenience, que tiene dos Grammy y que ha sido elegido tres veces mejor productor británico", señala Gonçalves.

Nelson estuvo con el grupo los cinco meses que duró la grabación del último disco. Alquilaron una casa en las afueras de Madrid, e instalaron un estudio con el material que trasladaron desde Portugal y el que trajo el productor desde Londres. "Fuimos a Madrid porque Nuno vivió dos años en aquella ciudad", cuenta Sónia Tavares. Hoy se puede construir fácilmente un estudio de grabación en cualquier parte, añade la cantante. "No queríamos un sonido tan perfeccionista, buscábamos algo más banda, más rough (áspero)". El resultado, según describe Nuno Gonçalves, ha sido "una explosión de colores, de cosas positivas, de vida...". A la hora de hablar de fuentes de inspiración, cada uno tiene sus influencias. U2, Arcade Fire, Depeche Mode, Coldplay, Flaming Lips, son referencias. "Aunque, musicalmente, creo que hemos llegado al punto en que los Gift consiguen sonar a Gift". Pese a todo, conservan el objetivo del primer día: hacer la música que les gusta y "llevarla al mayor número de gente".