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Reportaje:DEBATE GUEVARA-RABANERA

En Álava decidirán los veinticinco mil parados

Guevara: "Álava ha perdido protagonismo político" Rabanera: "El PP vasco ha demostrado gran generosidad"

Pregunta. Cuando llega a la Diputación de una provincia, que no había sido considerada "traidora" como Vizcaya y Guipúzcoa, y que había podido gestionar su Concierto en el franquismo, ¿con qué se encuentra?

Emilio Guevara. Con una institución que tenía un arraigo enorme en Álava y los alaveses. Una institución que dentro de lo que fue la dictadura operó con criterios diferentes a otras instituciones. Sólo daré un dato: la primera ikastola pública, la de Durana, que se crea en este país, antes de morir Franco, la montó la Diputación de Álava. Y una de las cosas de las que me siento más satisfecho de aquel primer mandato democrático fue que no necesité cambiar a un solo director de los servicios, no nombré ningún puesto de confianza, ni a nadie que no fuera funcionario de la Diputación. Tengo que reconocer que la respuesta de todos ellos fue extraordinaria.

"No se puede hacer juego político con los derechos fundamentales"
"Lo que logramos es que la Diputación preserve su carácter, respetada por los alaveses y que justificase su necesidad"
"És indudable que este país está más normalizado y distendido que hace dos años. El balance es positivo"
"Intenté que mi entrada a la Diputación fuera normal. Defendí la singularidad alavesa. Fue mi primera intención"
"Deseo que el 22-M la mayoría en la Diputación de Álava se la del PP y el PSE. Es donde hay más proximidad"
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P. Veinte años después Ramón Rabanera ocupó ese mismo puesto en nombre del PP.

Ramón Rabanera. Entro con una diferencia respecto a Emilio: los primeros años de la democracia los partidos buscan personas importantes en la sociedad civil. Yo procedo del aparato de un partido, y eso provoca mayores sospechas. Soy nombrado diputado general en un momento en el que el PP gana a nivel nacional y todos se preguntan: ¿Qué va hacer Rabanera? ¿Cómo va a defender las sensibilidades alavesas? ¿Va a ser un talibán que va originar conflictos? No sé si lo conseguí, pero intenté que la entrada del PP, mal vista en algunos sector, fuera normal. Defendí el Concierto Económico, defendí el euskera sin perjuicio, desmintiendo a los que afirmaban que el PP se iba a cargar todo lo vasco. Defendí la singularidad alavesa. Esa fue mi primera intención.

P. ¿Todo ello después de 25 años de gestión nacionalista, valorada como bastante buena?

R. R. Y fue buena, porque no como ahora, era un PNV con una sensibilidad muy provinciana, muy alavesa, muy foralista. Mantenerla fue su mayor logro.

P. Pero no dejaba de ser una sorpresa que, después de cuarenta años de franquismo y con poca tradición nacionalista, en Álava ganase el PNV.

R. R. Pues sí fue una sorpresa, pero yo creo que no ganó el PNV en Álava: ganaron figuras como Guevara o Cuerda. que entonces lideraron el PNV.

E. G. Sinceramente creo que lo más importante fue servir para que la Diputación preservara su carácter, su haz de competencias, su propia personalidad dentro de la Autonomía, que pudiera ser una institución respetada por los alaveses y que además justificase su necesidad.

P. ¿Pero también le tocó el conflicto de la LTH?

E. G. A eso aludo cuando digo haber intentado preservar el carácter y las competencias de la Diputación. Lo mismo que Ramón puede estar orgulloso de que la gente se dio cuenta cuando él llegó a la Diputación de que los del PP no tenían ni rabo ni cuernos, esta misma situación la pudimos tener nosotros tras 40 años de dictadura. Es decir, que la administración foral podía seguir funcionando y con un espíritu democrático y de respeto a todos. Fue el mayor logro.

R. R. Sí, Álava es muy plural. Hay un sector que es nacionalista, que no es mayoritario pero sí importante, hay un sector socialista y hay un sector de derechas. Debemos intentar que nadie monopolice, y que nadie se sienta arrinconado. ¡Hombre! unos ganan y otros pierden, pero que se tenga respeto al de enfrente. Es la clave.

E. G. Quiero añadir algo, y es que en aquella primera Diputación, que era de representación proporcional, más del 90% de los acuerdos fueron adoptados por unanimidad.

P. Con le elección de Ramón Rabanera era la primera vez que se daba la alternancia en un Diputación vasca.

R. R. Hubo un periodo anterior el de Fernando Buesa pero con el apoyo del PNV y que fue consecuencia de la crisis y escisión de ese partido. Pero lo que sí significa la alternancia, sí es la llegada del PP. Un resultado imprevisible ocho años antes. Y le voy a decir una cosa, yo a Emilio le consultaba a veces. Confiaba en su experiencia y en lo que había hecho en defensa del Concierto, unos años antes.

P. Dando el salto. Años más tarde se da otra alternancia que es la llegada, por primera, de los socialistas al Gobierno vasco, apoyados por el PP. ¿Qué balance pueden hacer a mitad de legislatura?

R. R. Después de más de treinta años es importante y positivo que se dé un relevo en el poder. Particularmente, y con toda sinceridad creo que Patxi López, dentro de lo que se esperaba, lo ha hecho bien. No ha producido más conflictos. Hay más libertad en estos momentos, y en la sociedad no se ha producido una reacción de rechazo, que algunos querían provocar. Ahora ¿que hay cosas mejorables? Por supuesto, y que el PP vasco ha hecho un gran esfuerzo bajo el punto de vista de generosidad, incluso en contra de algunos sectores del propio partido, también. Por eso Antonio Basagoiti merece todo mi respeto. Sé de muchas tensiones que ha tenido dentro de la casa. Pero, era una oportunidad que había que aprovechar.

E. G. Hoy, es indudable que este país está mucho más normalizado y más distendido, que hace dos años. Y creo que eso se seguirá produciendo. Hay que tener en cuenta que al lehendakari, Patxi López, le ha tocado empezar a gobernar en el momento más difícil y peor de la crisis económica, que no depende del Gobierno vasco. Pero hay una cosa que es cierta, aparte de que hay más orden en la calle, de que se vive con menos presión y más libertad que hace dos años, los servicios públicos no solo han seguido funcionando, sino que además en aéreas básicas están mejorando, como en Educación donde se está avanzando, o en Sanidad donde había que reformar y reestructurar profundamente Osakidetza, si de verdad queremos seguir manteniendo un nivel asistencial importante. Entonces, creo que el balance es positivo.

P. ¿Y cuál sería el balance de estos años en Álava? Y ¿por qué la Diputación sigue en manos del PNV?

R. R. Porque lo ha querido un sector del PSOE, y de eso no hay ninguna duda. Álava es un territorio muy complejo, muy disperso, y muy diverso, muchos más que Vizcaya y Guipúzcoa. Pero aquí hay una especie de pequeña decepción. ¿Eso cómo es posible?, pues por la decisión de un solo señor que a Álava no le ha beneficiado en absoluto. Álava, cuando estábamos Emilio, yo u otros en la Diputación, tenía mucha más protagonismo político, dentro de las instituciones comunes. Por ejemplo, cuando llegabas al Consejo Vasco de Finanzas, Álava sonaba. En estos cuatro años he visto a Álava bajo el mandato deJosé Luis Bilbao, diputado general de Vizcaya.

E. G. En parte tiene razón Ramón. Inevitablemente, el juego que se ha dado a partir de la alternancia y la táctica del PNV de crear un contrapoder con las diputaciones, le ha quitado libertad de maniobra a la Diputación y al propio diputado general. Aunque, sí ha habido una cierta continuidad en lo bueno que tiene la Diputación Foral de gestión de la provincia, como la de Hacienda que es francamente buena. Lo que ocurre es que la Diputación tiene, también, una posición difícil. Vitoria sigue creciendo, con una cierta tendencia a convertirse en una especia de ciudad de Estado, y por otra parte el Gobierno vasco también se ha extendido, ha crecido. Por eso puede parecer que la Diputación ha perdido cierto protagonismo, y también presencia en los medios.

P. En vísperas electorales, ¿qué críticas hacen al actual alcalde?

R. R. Ahora nos gusta hablar del nuevo Palacio de Congresos, que costará 30.000l millones de pesetas, pero no estamos diciendo lo que tiene que ser Vitoria en estos próximos años. José Ángel Cuerda hizo grandes cosas, y Alfonso Alonso se centró en la carestía de la vivienda. Los dos con visión futura de una ciudad en crecimiento. Hoy no veo proyecto de futuro.

E. G. Cuerda tenía un modelo de ciudad, discutible pero la tenía. En algún momento determinado exageró y tuvo algún fallo, pero tenía modelo. Los que le han sucedido no lo tienen. ¿Y a qué modelo aludo?, pues a uno de ciudad sostenible y con un nivel de asistencia social efectivo, igualitaria dentro de lo posible. Ahora, parece que todo el acento se pone en obras faraónicas.

P. Entramos en campaña electoral. ¿Cómo ve el 22-M?

R. R. Vamos a tener tres partidos muy próximos, sobre todo el PNV y el PP. Al PSE le va a pasar factura lo que pase a nivel nacional. Lo que deseo es que represente a la mayoría social, sin deterioro y sin presión a la otra parte, y que esa mayoría esté representada ahora en la Diputación. Y esta mayoría es PP-PSE. Es donde hay mayor aproximación de personas y grupos.

E. G. No me atrevo a hacer pronósticos. Lo lógico sería un escenario que fuera coherente con el que hay en estos momentos en la Comunidad Autónoma. Pero desde el PNV hay una apuesta deliberada por convertir a las Diputaciones en el contrapoder dentro de Euskadi. Aquí las posiciones están bastante claras, y el cambio de voto o de parroquia es bastante difícil. Por eso, los resultados van a estar en un abanico muy corto.

P. ¿En qué medida los últimos escándalos en Álava y en el PNV pueden tener influencia?

R. R. Van a tener una mínima influencia. Las preocupaciones de los ciudadanos están en otros temas, como el puesto de trabajo, o la jubilación. Y aquí va a pasar igual que en Valencia, en Andalucía, y en otros sitios.

E. G. Esto que por desgracia se produce a veces en todas las formaciones y en la mayoría de las comunidades en donde se han dado casos, aquí no creo que vaya a tener importancia. En esta provincia y en este país la gestión pública sigue siendo, en términos generales, bastante honesta y normal, como siempre. Y subrayo que la reacción de Xabier Aguirre ha sido la correcta.

R. R. Lo mismo que el de ETA, el tema de la corrupción apenas va a afectar en estos comicios. Sin embargo, aquí van a decidir los 25.000 parados que tenemos. Son la clave de estas elecciones.

Emilio Guevara Saleta

Emilio Guevara Saleta (Vitoria, 1941), abogado desde 1963, fue el primer diputado general de Álava de la democracia, cuando era afiliado al PNV. Considerado uno de los padres del Estatuto de Gernika, inspirador de la Ley de Territorios Históricos (LTH), fue elegido parlamentario vasco por el PNV, partido del que, sin embargo, fue expulsado en enero de 2002 por discrepar de su línea. Posteriormente volvió a la Cámara de Vitoria, dentro de las listas del del PSE-EE por Álava. Ahora es el presidente del Consejo Social de la UPV.

Ramón Rabanera

Ramón Rabanera (Vitoria, 1948) es actualmente senador por el PP, tras ocupar durante las dos legislaturas anteriores el cargo de diputado general de Álava. Objetivo de ETA para ser asesinado, sufrió más de un ataque en Vitoria contra la academia de la que era propietario, comenzó su carrera política como diputado de Coalición Popular en 1986 y ya fue senador del PP en 1993. En 1999 ganó las elecciones forales en Álava y ha gobernado con apoyo del PSE-EE, aunque en el segundo mandato tuvo que superar más de una moción en contra.

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