'Arrojado', la esperanza de una especie en crisis

El toro de nombre Arrojado, que fue indultado el pasado sábado en la plaza de La Maestranza de Sevilla se recupera ya de sus heridas en la finca gaditana El Grullo, donde es asistido por un equipo veterinario que ha expresado su confianza en que el animal se cure totalmente. Según ha comentado el ganadero, Alvaro Núñez del Cuvillo, el toro ha bebido agua, lo cual es una buena señal de que responde al tratamiento que se le aplica.

Mientras la corrida del triunfo de Arrojado y José María Manzanares sigue estando en boca de todos los aficionados, ayer no hubo sesión taurina en la plaza sevillana a causa de la lluvia. Estaba anunciado un festejo de rejoneo con toros de San Mateo y San Pelayo, para Hermoso de Mendoza, Diego Ventura y Leonardo Hernández. A pesar de que hizo buen tiempo durante toda la mañana, el agua hizo acto de presencia a partir del mediodía. A las seis de la tarde, seguía lloviendo de manera constante pero sin gran intensidad, y el ruedo presentaba un buen aspecto cuando fueron retirados los plásticos. Los miembros de la terna inspeccionaron el albero en compañía del presidente del festejo y decidieron por unanimidad la suspensión ante la previsión de que la lluvia continuara durante toda la tarde, y afectara al normal desarrollo del espectáculo. Se esfuma de este modo la posibilidad de ver en liza en Sevilla a los tres rejoneadores más en forma del momento; especialmente, a Hermoso y Ventura, que mantienen una singular rivalidad por el cetro del rejoneo actual.

El indulto de Arrojado ha puesto de actualidad a otros toros a los que se les ha perdonado la vida en el ruedo. Tal es el caso de Laborioso, novillo de la ganadería de Albaserrada, indultado en Sevilla el 12 de octubre de 1965 tras ser lidiado por Rafael Astola. Este primer astado en toda la historia que volvió vivo a la dehesa vivió diez años como semental y murió por causas naturales el 6 de enero de 1976.

Otro toro histórico es Velador, de Victorino Martín, el único toro indultado en la plaza de las Ventas, el 19 de julio de 1982 por Ortega Cano. El crítico Joaquín Vidal se mostró entonces contrario a la decisión del presidente, aunque destacó que tomó tres varas y fue encastado y noble en la muleta.

José Tomás indultó al toro Idílico, también de la ganadería de Núñez del Cuvillo, en la plaza de toros de Barcelona el 22 de septiembre de 2008, y en esa misma plaza se le perdonó la vida a otro toro el año pasado solo días después de que el Parlamento catalán decidiera prohibir las corridas a partir del año 2012. El hecho ocurrió el 1 de agosto, y el toro, de nombre Rayito, pertenecía a la ganadería de Valdefresno y su lidiador fue Miguel Tendero.