Al asalto de los relojes de lujo

El vigilante de seguridad se fio del buen vestir de un hombre de mediana edad y le abrió la puerta, explicó Priscilla Newman, propietaria de la relojería de lujo The Watch Gallery, en Barcelona. Pero en lugar de comprar, el hombre redujo al vigilante con una pistola y saqueó la joyería.

El atraco se produjo ayer poco antes de mediodía, cuando el establecimiento estaba abierto al público, pero no hubo heridos, confirmaron los Mossos d'Esquadra. El hombre trajeado era uno de los tres ladrones que orquestaron el atraco. Se desconoce la cuantía del botín, pero los asaltantes se llevaron la gran mayoría de los relojes exhibidos en los escaparates.

Ni los vecinos ni los comerciantes de la zona vieron nada. "No es justo", lamentó Newton, que no quiso entrar en detalles y dio una mínima explicación de los hechos con la puerta del establecimiento medio cerrada. La propietaria se dedicó ayer a recoger los pocos relojes que se habían salvado del atraco, entre decenas de trozos de vidrios esparcidos al romperse las vitrinas de los escaparates. Es el segundo atraco que sufre en los últimos tres meses la relojería, situada en la esquina de la calle de Ganduxer con la avenida Diagonal. En el primero, los atracadores actuaron de forma muy parecida. Tampoco en aquella ocasión, el pasado 21 de enero, hubo heridos.

El número de atracos en el primer trimestre del año, sin embargo, se ha reducido a la mitad respecto al mismo periodo de 2010, afirmó ayer el presidente del Colegio Oficial de Joyeros, Orfebres, Relojeros y Gemólogos de Cataluña, Damià Matamala. La cifra, dijo, es "esperanzadora, pero no definitiva", ya que en el informe del año pasado reflejó que los delitos más violentos (los atracos) aumentaron el 69% en relación con 2009.

Los hurtos sí se han incrementado en lo que va de año (un 40%) igual que los robos con fuerza (16%). La relojería asaltada ayer no estaba colegiada y no pudo usar un sistema de alarma, desarrollado por el colegio en colaboración con los Mossos d'Esquadra, que ofrece un canal directo de información con la policía y comunica al instante los indicios de comportamiento sospechoso de los clientes o de posibles atracadores que se producen en los establecimientos.