500 presos, en su mayoría talibanes, se fugan de una cárcel de Afganistán
La insurgencia excavó un túnel de 300 metros durante cinco meses
Cerca de 500 presos talibanes se escaparon ayer de la prisión de Kandahar, en el sur de Afganistán, a través de un túnel de más de 300 metros que fue excavado por la insurgencia durante cinco meses. El Gobierno reconoció que la fuga supone un "desastre" para su credibilidad y un duro golpe para las tropas de la OTAN que tienen previsto iniciar en los próximos meses una retirada gradual. La escapada, la segunda en solo tres años, fue confirmada en un comunicado por la oficina del Gobernador de Kandahar, que cifró en 475 el número de fugados y añadió que las autoridades han puesto en marcha un dispositivo de búsqueda para localizarlos.
"Hemos capturado ya a 13 de ellos. Algunos tenían chalecos explosivos", señaló el portavoz provincial Zalmai Ayubi. Kandahar fue el bastión talibán y la ciudad en que residió el mulá Omar, líder espiritual del régimen, hasta la invasión de Estados Unidos en el otoño de 2001. El Gobierno de Kandahar precisó que dispone de datos biométricos de los fugados.
El Gobierno afgano reconoce que la fuga ha sido un "desastre"
Según indicó en una conferencia de prensa el portavoz del presidente Hamid Karzai, el incidente, que permitió la huida de varios comandantes talibanes, refleja la vulnerabilidad de las tropas afganas. "Es un desastre, algo que no debía haber pasado. Estamos investigando para averiguar exactamente lo que sucedió en la cárcel", dijo el portavoz Wahid Omar.
Los talibanes, a su vez, emitieron un comunicado, en el que informaron de que la fuga se produjo de madrugada y precisaron que los insurgentes excavaron el túnel desde el exterior hasta llegar al bloque donde estaban presos los "convictos políticos". "Hemos liberado a 541 talibanes presos en esa sección", destaca el comunicado. Añade que se comenzó la construcción del túnel al sur del penal y se tardaron unos cinco meses en llegar hasta el bloque político. Los insurgentes, según el comunicado, desplegaron en la noche del domingo comandos suicidas alrededor de la prisión por si las fuerzas afganas descubrían el plan e intentaban hacerlo fracasar. "La puesta en libertad comenzó a las 23.00 de anoche (19.30 hora peninsular española). Solo tres presos conocían el plan y fueron despertando a sus compañeros uno por uno. El último de ellos salió a las 3.30", apunta el comunicado.
Esta es la segunda vez que se produce un escape masivo en esa cárcel, en la que hasta ayer había mil presos. En el año 2008, huyeron en torno a 900 presos -de ellos, 400 talibanes-, después de que los insurgentes destrozaran las puertas mediante la explosión de una bomba colocada en un camión. Kandahar, la segunda mayor ciudad de Afganistán y capital de la provincia homónima, es considerado uno de los principales bastiones espirituales de los insurgentes, que tratan de derrocar al Gobierno afgano e implantar un Estado fundamentalista islámico. Es también una de las siete zonas afganas donde las fuerzas afganas deben hacerse cargo de la seguridad en el mes de julio, en el inicio de los planes de retirada de los 150.000 soldados internacionales desplegados en el país.
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